Hay más de 30.000 enfermos en los hospitales italianos, y los nosocomios están al borde del colapso por la elevada afluencia de pacientes, especialmente en Lombardía, en el norte

1 de abril de 2020, 14:20 PM
1 de abril de 2020, 14:20 PM

Salen de los hospitales entre aplausos, como emblema de la victoria contra el coronavirus. Sin embargo, los médicos en Italia temen que esos convalecientes, que aún resultan positivos, se conviertan en "bombas virales".

Hay más de 30.000 enfermos en los hospitales italianos, y los nosocomios están al borde del colapso por la elevada afluencia de pacientes, especialmente en Lombardía, en el norte. 

Las camas son hoy en día un bien escaso, por lo que tan pronto como los pacientes mejoran y su vida no corre peligro, deben dejar el lecho para los recién llegados. 

Los que no pueden aislarse en sus hogares, son enviados a hoteles adecuados o a alguno de los 7.000 centros de convalecencia y rehabilitación de la península, que albergan a cerca de 300.000 personas, la mayoría ancianos. 

Los médicos temen "una masacre silenciosa" en esas estructuras. No hay datos oficiales disponibles, pero los expertos estiman que cientos de personas han muerto en esos centros de convalecencia, entre ellas 600 en la región de Bérgamo, una de las más golpeadas por el coronavirus.

"En una guerra como esta, no podemos permitirnos estar expuestos a la aparición de nuevos focos de contagio, que corren el riesgo de transformar esos centros de convalecencia en 'bombas virales' que propagan el virus", advierte Raffaele Antonelli Incalzi, presidente de la Sociedad Italiana de Geriatría (SIGG), en una entrevista con AFP. 

"El uso continuo de las camas de esos centros para aliviar la presión sobre los hospitales (...) pone en peligro a los residentes de edad avanzada, que representan el eslabón más débil en esta pandemia", recalcó. 

En Lombardía, epicentro del brote en italiana, unos 2.000 pacientes han sido enviados a ese tipo de centros. Un modelo recomendado por el Ministerio de Salud y seguido en Sicilia (sur) y las Marcas (centro-este), una región poco poblada, pero que ha registrado ya más de 450 muertos. Por ahora no hay cifras disponibles a nivel nacional. 

"Muy desconcertado" 

El investigador del Instituto Italiano de Ciencias Políticas (ISPI), Matteo Villa, estimó el lunes en una charla con la prensa extranjera realizada por internet que una parte de los que abandonaron el hospital todavía están infectados por el virus

Las autoridades aseguran que en esos centros se aplican reglas estrictas: distancia física, estructura adecuada, personal capacitado y equipado con equipo de protección.

Pero "¿quién verifica que se cumplan las reglas?" se pregunta Marco Agazzi, representante en Bérgamo de la Unión Nacional de Médicos. 

"Es muy difícil obtener equipo de protección, y si estamos desbordados nos toca contar con el personal de esas estructuras que ya están colmadas", explicó el médico tras admitir estar "muy desconcertado" con la decisión del gobierno. 

Para Roberto Bernabei, profesor de geriatría en la Universidad Católica de Roma, las reglas que se aplican en los centros de convalecencia son "grises, porque cambian de uno a otro, de una ciudad a otra ciudad, de región a región".

El Instituto Superior de Salud (ISS) indicó que para el 86% de esas estructuras es difícil obtener equipo de protección

Según la Sociedad Geriátrica, los familiares de los empleados proporcionan mascarillas caseras y guantes médicos para que se protejan y no contaminen a su entorno.

Las asociaciones que representan a los jubilados han pedido que los convalecientes por coronavirus sean instalados en hoteles, alojamientos universitarios o cuarteles.