Presos en carceleta de Guayaramerín protestan por retraso de prediario
Los internos grabaron un video que hicieron circular por las redes sociales. Reclaman la falta de comidas. Autoridades aseguran que el prediario se regularizará desde mañana y que hay calma dentro del recinto que alberga a 140 personas
Un video que circula por redes sociales, filmado dentro de la carceleta de Guayaramerín, muestra una protesta de un grupo de privados de libertad que tienen amarrados a tres internos y amenazan con ‘prenderles fuego’ si no reciben su alimentación. “No tenemos qué comer”, se escucha repetir varias veces a los internos que salen en el video.
En contacto con EL DEBER, el comandante de frontera de esa población, el teniente coronel Roger Roca Saavedra, señaló que “efectivamente esa protesta sucedió y fue filmada en la carceleta”, pero aseveró que duró unos minutos, pero no hubo ningún intento de amotinamiento o de convulsión entre los internos, por lo que garantizó que la situación dentro del recinto es de calma. Es así que calificó el video como un “show” de solo un grupo de internos.
A su vez, el sargento primero Agustín Rojas Chamo, jefe de la carceleta, señaló que efectivamente existe un retraso de la entrega de febrero y marzo del prediario, pero que recibieron un depósito que estaba congelado desde noviembre para que la alimentación de los internos se pueda regularizar desde mañana.
El jefe de la Felcc, capitán Edwin Laura, indicó que la situación de la alimentación dentro del penal se ha complicado un poco debido a que los internos no pueden recibir alimentos de sus familiares todos los días, debido a que estos solo pueden circular una vez a la semana como está establecido por la emergencia sanitaria debido al coronavirus. Sin embargo, dijo, esta situación se da en varios barrios, pueblos y municipios del país.
La Policía informó que la situación general en ese recinto carcelario, por lo general, no es problemático puesto que la mayoría son detenidos preventivos, ya que cuando alguno es sentenciado se solicita su traslado a la cárcel de Mocoví. Asimismo, señala que las requisas son continuas para evitar la introducción de objetos prohibidos, aunque, como en la mayoría de los centros penitenciarios del país, los familiares de los internos se dan modos para vulnerar los controles.
