Las provisiones llegaron a bordo de uno de los aviones de carga más grandes del mundo en un momento crítico en la lucha contra el coronavirus en territorio estadounidense, donde existía el riesgo de que se acabaran las mascarillas, guantes y otros insumos de uso médico.

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El Antonov-124 aterrizó en el aeropuerto JFK de Nueva York, el epicentro del brote de coronavirus de Estados Unidos, según mostraron imágenes y videos publicados en la página de Twitter de la misión. El equipamiento médico y mascarillas llega en un momento crítico en EEUU, donde se supo ayer miércoles que los suministros de guantes y barbijos estaban en riesgo de terminarse

El Ministerio de Defensa de Rusia había anunciado anteriormente que el avión "con máscaras médicas y equipo médico a bordo" partió hacia Estados Unidos durante la noche, sin proporcionar más detalles. Un video publicado por el ministerio mostró al aparato cargado con cajas preparándose para despegar desde una base aérea militar cercana a Moscú en la madrugada de ayer miércoles. 

"Tenemos que trabajar juntos para derrotar a Covid-19.

Es por eso que Estados Unidos acordó comprar el equipo de protección personal que se necesita con urgencia de Rusia", tuiteó el miércoles por la noche el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo.

Los suministros, que también incluyen respiradores artificiales, fueron entregados a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) Estados Unidos en Nueva York, dijo la portavoz del Departamento de Estado Morgan Ortagus en un comunicado. 

Actualmente, Estados Unidos tiene más de 215.000 casos confirmados del nuevo coronavirus, de lejos el número más alto en el mundo, según un recuento de Johns Hopkins, y más de 5.100 muertes.

Escasez de mascarillas y guantes

La primera potencia tecnológica, industrial y económica del mundo, EEUU, estaba en riesgo de quedarse sin mascarillas y guantes para hacer frente al coronavirus. “Las reservas se diseñaron para responder a un puñado de ciudades. Nunca se construyó o se diseñó para combatir una pandemia en 50 Estados”, reconoce un funcionario del Gobierno que evitó identificarse, de acuerdo con Washington Post, citado por el diario español El País.

Los Estados, de uno y otro signo político, bombardean con sus peticiones a la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) con más pedidos de material de protección para personal médico. Y algunos gobernadores y congresistas han solicitado una explicación sobre los criterios con los que se distribuyen las existencias, sin obtener respuestas satisfactorias.

“La verdad, la única esperanza para un Estado en este punto es la capacidad de abastecimiento del Gobierno federal”, ha resumido ayer miércoles el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo. 

El demócrata ha recordado que el presidente ya invocó, el pasado viernes, la ley de Producción de Defensa para forzar a las empresas a fabricar respiradores, y le ha invitado a hacerlo también para conseguir más máscaras.

El presidente Donald Trump llegó al extremo de recomendar a la población usar bufandas para cubrirse la boca para prevenirse del virus ante la escasez de barbijos. “Dependiendo del tejido de que estén hechas, las bufandas pueden ser muy efectivas”, ha dicho.





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