Un grupo de especialistas de la Uagrm propone el uso del fármaco, derivado de la planta de quina, el cual se ha usado en otras enfermedades, como la malaria, para combatir el coronavirus. El equipo ya cuenta con un stock del producto. El secretario de Salud ve con buenos ojos la propuesta

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3 de abril de 2020, 13:22 PM
3 de abril de 2020, 13:22 PM

En medio del avance de la pandemia, el trabajo científico no se detiene en varias partes del mundo, tanto en busca de una cura como de un tratamiento que garantice la recuperación de los enfermos. En Bolivia surge una propuesta de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm) para enfrentar el coronavirus a base de la planta de la quina, cuyo compuesto químico derivado, la quinina, ha sido empleado en el tratamiento de la malaria y otras enfermedades. En este caso, el método se refuerza con la acción de nanopartículas de plata. 

Desarrollado por los investigadores y docentes Édgar Marancenbaum (químico), Óscar Aguilar (médico) y Roberto Quevedo (forestal), la idea fue presentada junto a las autoridades de la institución educativa, el rector Saúl Rosas y el vicerrector Oswaldo Ulloa, al secretario de Salud de la Gobernación, Óscar Urenda. La propuesta fue vista con buenos ojos por parte de la autoridad departamental y exhortó a los profesionales a avanzar con el trabajo acompañado de un equipo paralelo. 

“La quina se usa para curar muchas enfermedades de índole viral. Se está trabajando con el agente matriz del extracto de cloroquina para que ayude a mejorar las condiciones del paciente. La propuesta tiene que ver con la fase preventiva del tratamiento. La idea es que el paciente no pase a una situación grave, porque el virus es agresivo”, explicó Roberto Quevedo.

El árbol de la quina, género cinchona officinalis, es considerado de alto valor medicinal pues posee la quinina, alcaloide con propiedades antipiréticas, antipalúdicas y analgésicas. Fue utilizado por los incas contra estados febriles. Se desarrolla en el Perú, Ecuador, Bolivia, Colombia, Holanda y China. 

En el oriente bolivianos se lo encuentra en la región de la Chiquitania y en los valles cruceños. “Los nativos la utilizaban para la malaria y otras fiebres, para cicatrizar heridas y como expectorante para enfermedades pulmonares. La quinina es la base de las actuales formulaciones de vacunas sintetizadas por algunas empresas farmacéuticas, en busca de generar una vacuna”, añadió Óscar Aguilar.

Quevedo aseguró que el equipo de la Uagrm ya cuenta con un stock del producto, están a la espera de conseguir la aprobación de las autoridades para empezar el tratamiento con pacientes.

“Estamos seguros que vamos a poder tener buenos resultados. Al ser un producto natural, se reduce cualquier problema adicional que producen otros fármacos. Ayuda a reducir la fiebre y la capacidad de adhesión del virus. Al ser tóxicas, las nanopartículas de plata deberían ayudar a eliminar el virusTendría que ser un paciente que tenga otras enfermedades para que el efecto sea distinto. Por ello es importante conocer las fichas médicas”, complementó Quevedo. 

El profesional aseguró que el Colegio Médico de Santa Cruz está revisando la propuesta y que hay muchas posibilidades de que sea aprobada.

Un reumatólogo la usa

Marcelo Kramer es reumatólogo y ha recetado cloroquina a sus pacientes para diversos tratamientos. Aunque es consciente que el Covid-19, al ser una enfermedad nueva, está planteando nuevos retos a los especialistas, se anima a afirmar que el uso de cloroquina en los pacientes puede tener resultados eficaces.

“El mayor problema son las interleuquinas, que son elementos proinflamatorios que activan los grupos celulares, sobre todo los macrófagos. He visto que este tratamiento lo que hace es inhibir estas interleuquinas. Eso va a hacer que nuestra respuesta a la enfermedad sea favorable”, afirmó Kramer. 

Entre los efectos contrarios, el doctor indica que el uso de la quinina puede presentar disminución de la agudeza visual y fibrilación ventricular. “Se debe hacer controles cardiológicos y monitoreo permanente para prevenir los efectos, que son menores. Pero yo utilizaría este tratamiento a ojos cerrados”, finalizó.