El campamento se adecua a los protocolos médicos a escala internacional y cuenta con un área de laboratorio y confinamiento especial, en caso de que se reporte un caso altamente sospechoso.

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4 de abril de 2020, 18:19 PM
4 de abril de 2020, 18:19 PM

En horas de la tarde de este sábado, unos 480 bolivianos, repatriados desde Chile, llegaban de a poco, al campamento “tata Santiago” instalado en la localidad fronteriza de Pisiga, donde estarán aislados por 14 días. El operativo de traslado se realizó con fuertes medidas de bioseguridad, para evitar la contaminación de posibles casos que podrían ser importados del país vecino.

Uno por uno, los bolivianos bajaban de los vehículos (unos once buses y tres minibuses) que ingresaban al campamento. Inmediatamente eran evaluados por si tenían fiebre. Más tarde, se los desinfectaba y los llevaban a cada una de las carpas asignadas, en medio de un despliegue de policías y militares.

Según el director general de Migración, Marcel Rivas, quien ha estado coordinando la repatriación, señaló que el campamento se adecua a los protocolos médicos a escala internacional y que inclusive, “cuenta con un área de laboratorio y confinamiento especial en caso de que se reporte un caso altamente sospechoso”.

Denuncian falta de condiciones

A través de las redes sociales y con la versión de una de las bolivianas repatriadas, la Asamblea de Derechos Humanos de El Alto, denunció la falta de electricidad, agua y hacinamiento en las carpas donde pernoctarán.

“Me asignaron una carpa de tres por tres, donde hay seis colchonetas. Hasta el momento, tenemos que entrar ocho. No hay Luz. Tenemos que ir al baño en grupos de a cinco. Vamos a estar 'recontra' hacinadas, pese a que nos dijeron en cada control boliviano, que teníamos que aguardar un metro de distancia. Hasta el momento no hay agua. Fuimos al baño y no podemos lavarnos las manos”, manifestó una de las bolivianas, aunque no revelaron el nombre.

Con esa versión, la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de la ciudad de El Alto, se hizo eco de la denuncia en el campamento Tata Santiago “donde los hermanos repatriados son objeto de hacinamiento, alta de servicios básicos”. “Nuestros hermanos, no son prisioneros, deben recibir un trato humanitario y digno. A las autoridades del Gobierno de transición no se les pide un favor, se les exige cumplan los estándares internacionales sobre los derechos humanos” protestó la entidad.

Pero el jefe de la Unidad de Epidemiología del Ministerio de Salud, Roberto Vargas, desmintió el extremo. “Ellos están en un albergue, con todas las condiciones de agua, luz. Se les dará alimentación y sobre todo, tendrán atención médica permanente. De seguro, están mejor que donde estaban”, manifestó la autoridad, quien se encuentra en Pisiga.

El grupo de bolivianos se encontraba varado desde hace días atrás en la población chilena de Wara. El campamento Tata Santiago fue instalado en predios de la Aduana Nacional, donde se tienen las provisiones, de colchones, frazadas, baterías de baño y otros implementos.

La Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) informo de su colaboración, en la implementación de servicios de energía eléctrica, alumbrado y dotación de agua potable al campamento instalado por los militares.