Hay un déficit de 1.100 unidades de terapia intensiva. Se invierte 273 dólares anualmente por cada persona, mientras que otros países cercanos disponen al menos de mil. Hay cuatro aceleradores lineales, se requieren unos 22

7 de abril de 2020, 15:24 PM
7 de abril de 2020, 15:24 PM

El Día Mundial de la Salud cae este año en medio de la pandemia del Covid-19. En Bolivia desnuda un sistema que es para llorar. La desesperación de las autoridades por evitar contagios se justifica porque en el 2019 el gasto per cápita en salud era de $us 273, mientras que Uruguay, Chile, Argentina o Brasil invertían al menos $us 1.000. 

El país debiera tener 27.500 camas hospitalarias, pero no hay más de 15.000. Existen 400 unidades de terapia intensiva, hay un déficit de 1.100. No hay médicos intensivistas, se requieren como mínimo 600 de estos especialistas, son 200 y el ejemplo más triste lo viven día a día cientos de enfermos de cáncer que deben disputarse cuatro aceleradores lineales, cuando debieran existir por lo menos 22.

Mohammed Mostajo, embajador boliviano de Ciencia, Tecnología e Innovación, en una entrevista con Televisión Boliviana, dijo: “Vi los números verdaderos de nuestro sistema de salud el 21 de marzo, y textualmente me puse a llorar. De acuerdo con los datos de la OMS, Bolivia es el segundo peor del continente americano después de Haití. Tenemos un déficit de 1.100 camas de terapia intensiva en el país”. 

El exministro de Salud, Guillermo Cuentas, indica que debiéramos tener 600 terapistas intensivos, pero no pasamos de los 200.

Cuentas acotó que en Bolivia el gasto per cápita fue de $us 273 en 2019. “Si se compara con Noruega, que invierte 9.200 dólares per cápita, es bajísimo. El Banco Mundial indica que el promedio mundial es de 1.000 dólares por gasto per cápita. Si llevamos este componente a los diez países de Sudamérica, Uruguay tiene el más alto, con 1.420 dólares. Le sigue Chile, con 1.320. Luego vienen Argentina y Brasil, que tienen un gasto que supera los 1.000 dólares per cápita. El país está en el último lugar en una región que tiene un promedio de 770 dólares. “Debemos hacer un incremento entre 150 y 200 por ciento para alcanzarlo”.

Para Cuentas, el segundo problema, en lo financiero, es el gasto catastrófico en hogares. En Bolivia es muy elevado porque la mayoría de la población no tiene acceso a un seguro de salud. “El 37% de la población está en la seguridad social, un 3% accede a un seguro privado, un 60% de los bolivianos no tiene nada. Las madres y los adultos mayores se benefician con iniciativas, pero son muy limitadas, no cubren todos los servicios”.

El seguro social y el sistema público son competencias de los tres niveles de Gobierno. De acuerdo con la Ley Andrés Ibáñez, las gobernaciones tienen competencia en los hospitales de tercer nivel y los municipios, en los de primero y segundo nivel. Según el INASES, a 2016 solo el 38,8% de la población boliviana tenía acceso a algún seguro de salud (6 millones de personas no tendrían seguro). La inversión en salud muestra un incremento entre 2012 y 2017, paradójicamente estos recursos no fueron ejecutados en su totalidad. 

Si una familia invierte más del 30% de su ingreso en salud, hace un gasto catastrófico, y esto en Bolivia se ha incrementado en los últimos años, porque cambió el perfil epidemiológico y las enfermedades cardiovasculares, metabólicas y el cáncer son las principales patologías, así que sus tratamientos son tan caros que generan dramas económicos en muchas familias.

La norma internacional dice que un país debe tener 2,5 camas por cada mil habitantes. "Si esa regla la traemos, deberíamos tener 27.500 camas, pero no hay más de 15.000. La OMS fija un rango de 47 camas por cada 10.000 habitantes, hay 11", indica el exministro Cuentas.

Los números son despiadados en cuanto a los recursos humanos. Según la OMS, debería haber 23 médicos por cada 10.000 habitantes, pero en Bolivia hay 13. El 40% del total debiera ser especialista, en Bolivia son apenas el 15%. “Hay déficit tremendo en recursos humanos, no en los médicos generales, sino en intensivistas, urólogos, neonatólogos, cardiólogos infantiles… Especialistas”, añade el exministro.

El drama del cáncer genera el nudo en la garganta y hace incontenible el llanto. “Debiéramos tener un acelerador lineal por cada 1.500 habitantes, eso es hablar de, por lo menos, 22 y apenas tenemos 4: Uno en Santa Cruz, dos privados en La Paz y uno en Cochabamba. Hay pocas opciones de radioterapia, de cirugías oncológicas”, complementó. Así se tiñen de luto las familias y los pasillos de los hospitales de drama y dolor.

El Alto Comisionado para los Derechos Humanos observó debilidades del sistema de salud, como los protocolos de atención a los pacientes, la falta de recursos humanos y de equipamiento, y la insuficiencia de las asignaciones presupuestaria.  

“De acuerdo a la información, hay en el país más de 3.900 centros médicos de primer nivel, pero son muy heterogéneos. No es tanto el número, sino la capacidad resolutiva, cuando el servicio satisface el 70 u 80% de las patologías comunes que recibe una población. El 70% de estos establecimientos son pequeños y no tienen esa capacidad. Así, se convierten sólo en receptores y transmisores de pacientes, agentes de tránsito al segundo nivel”, indica Cuentas.

En los centros del segundo nivel debiera haber un hospital por cada 50.000 habitantes, “Al menos 400. No los tenemos, aunque estamos por encima de 200. Tampoco se tiene la capacidad suficiente y por eso se produce el colapso de los hospitales de tercer nivel, que no pasan de los 70”, acotó.

Contra el Covid-19

El país ingresa a pelear contra la pandemia en total desventaja. La estrategia del Gobierno de Jeanine Áñez ha sido aplicar medidas drásticas, como la cuarentena total y el cierre de fronteras. 

Mohammed Mostajo indica que “normalmente en la tasa de crecimiento del coronavirus subió al 3,4 en el mundo. En Bolivia estamos en 1,8, es decir por debajo de la curva que esperábamos. Entonces, estamos relativamente bien”. 

También se refirió a los tipos de pruebas para el coronavirus: Están las rápidas, que son las más famosas y dan un resultado entre 5 y 15 minutos, pero están basadas en anticuerpos. “Por recomendación de la OMS, hemos decidido no utilizarlos”, explicó el embajador.

Mientras tanto, hay dos tipos de pruebas moleculares, el PCR y PCR en tiempo real. Estas son “mucho más efectivas que las basadas en anticuerpos. Tienen una tasa de exactitud de más del 99%, versus el 70% en el otro caso. Por eso nosotros, como país, decidimos utilizar solamente éstas”, ratificó el diplomático.

“Los laboratorios son complejos, son muy caros, pero tenemos la suerte de que en el país tenemos cuatro de estas máquinas funcionando, dos en Santa Cruz, una en Cochabamba y una en La Paz. Estamos en el proceso de transferir cuatro máquinas adicionales que están en el Senasag, esto nos daría ocho y tres más que llegaron la semana pasada como donación de Naciones Unidas. De éstas, una irá a Sucre, una a Tarija, las otras todavía estamos decidiendo”, informó Mostajo.

Estas máquinas permiten sacar 94 pruebas a la vez, más dos controles. “Vamos a tener once trabajando en el corto plazo, y podemos hablar de que por día podremos tener 1.100 pruebas funcionales con una efectividad del 99% o más. Estamos viendo la parte científica para que no sea una sola corrida por día, sino que sean tres, y eso sería 3.300 pruebas moleculares por día, mucho más de lo que están haciendo otros países”, explicó.

Resultados

Mostajo también se refirió a los datos que Google envió en los últimos tres días. “Indican que Bolivia redujo hasta el 94% la circulación de personas en el país. La gente no sale de su casa y eso es muy alentador, porque el pueblo está cumpliendo las órdenes gubernamentales, se queda en casa mucho más que cualquier otro país de Latinoamérica y a niveles bastante comparables con Italia y España. Nosotros fuimos bastante drásticos en las medidas tomadas a nivel Gobierno. Quizás algunos nos critiquen de que no hayamos sido más drásticos. Doy un ejemplo, El Salvador fue alabado por la dureza y contundencia que imprimió a sus medidas, nosotros alcanzamos, en cuanto a los números referidos a 'quedarse en casa', un 20% más de efectividad. Entonces nos está yendo bien, la gente hace caso, estamos aplanando la curva”.

Sin embargo, esa versión es opuesta a la que repite el secretario de Salud de la Gobernación de Santa Cruz, Óscar Urenda, quien dice que la pandemia ya está en fase comunitaria, que los asintomáticos transportan el virus y que se deben hacer más pruebas, porque el protocolo de la OMS solamente autoriza tomar la muestra cuando el paciente presenta síntomas.

El embajador Mostajo respondió que efectivamente se han realizado alrededor de 780 pruebas hasta el sábado. Son pocas si se compara con otros países, pero normal bajo los estándares de la OMS. “Tenemos ahora mismo en Bolivia más de 26.000 pruebas de biología molecular disponibles. Hemos pedido 300.000 pruebas adicionales y éstas estarán llegando conforme sean producidas. Lo que no tenemos son personas sintomáticas que cumplan con todos los requisitos para hacer una prueba”, aseveró.

Compra de equipos médicos

El embajador resaltó que el Gobierno de Jeanine Áñez realiza “la mayor compra de equipos médicos de la historia de Bolivia. Estas semanas se está haciendo eso. Actualmente en todo el país hay algo más de 400 camas de terapia intensiva en el sector público, nosotros estamos comprando 500 más. Es decir, estamos duplicando la capacidad. Todo lo que había hasta este 2020, lo duplicamos en una semana”.

Además, prometió incrementar 1.080 camas de internación. “Algunas personas me dicen que esto es una exageración, la OMS no piensa que vayamos a utilizar tanto para combatir la enfermedad, pero incluso comprando 500 respiradores, seguiremos con el déficit que nos dejaron como herencia las anteriores políticas de Estado”.

Sin embargo, explicó que es imposible traer 500 camas o 500 respiradores al mismo tiempo, porque no hay disponibilidad en el mercado internacional. 

“Las únicas fábricas que funcionan y exportan en el mundo están ahora mismo en China. Europa congeló toda exportación, EEUU también lo hizo. A nivel de Cancillería se están haciendo todos los tratados correspondientes para que nuestra carga no sea detenida en el camino porque muchos países, donde los aviones aterrizan para cargar combustible, retienen la carga”, lamentó.

Por ello dijo que la canciller Karen Longaric gestiona que esta carga pueda llegar al país. “Los primeros respiradores estarán en Bolivia en 18 días más. Hemos comprado a dos empresas. A una china 176, y se comprometieron a hacer llegar el equipo en 18 días, 60 unidades en el siguiente mes, y el resto en forma paulatina”.

Otros 324 respiradores se compraron a una empresa española. “Ellos comprometieron los primeros 65 en 20 días. De ahí cada tres semanas enviarán 160 y así hasta mediados de junio, cuando nos van a completar la entrega. Es un número mayor al que estamos necesitando, y los instalaremos conforme vayan llegando”.