Aunque tanto el Gobierno como la Iglesia católica pidieron a los devotos no salir a la calle, en sectores populares decenas de personas se agruparon en aceras para contemplar el paso de la imagen

8 de abril de 2020, 17:44 PM
8 de abril de 2020, 17:44 PM

La imagen del Nazareno de San Pablo, cuya devoción congrega multitudes cada Semana Santa, recorrió este miércoles Caracas a bordo de un "papamovil" por la cuarentena decretada para contener el Covid-19, pero ello no evitó la aglomeración de fieles en algunos puntos.

Aunque tanto el Gobierno como la Iglesia católica pidieron a los devotos no salir a la calle, en sectores capitalinos populares como Antímano y Caricuao decenas de personas se agruparon en aceras para contemplar el paso del Nazareno.

Otros, en tanto, siguiendo las recomendaciones para evitar la propagación de la pandemia que suma 166 diagnósticos y siete muertes en Venezuela, observaron desde sus casas la procesión y varios miles la siguieron por redes sociales. 

"Aunque sea por un ratico queríamos ver la imagen de Jesucristo, lo estamos viendo de lejos, no estamos cerca, ni estamos aglomerados", justificó a las afueras de un templo, Jorge Brito, un cocinero de 49 años.

El vehículo, que fue utilizado por el papa Juan Pablo II en una de sus visitas a Venezuela en los años 1990, fue escoltado por militares en motos. 

La actividad se confirmó en la madrugada, tras un acuerdo con el Gobierno que decretó cuarentena desde el 16 de marzo y que inicialmente había pedido a la Iglesia posponer este recorrido hasta el fin de la emergencia.

"¡Que el Nazareno de San Pablo nos traiga sanación a Venezuela!", "¡Pidamos de corazón que cese esta pandemia, que nos dé salud!", se escuchaba por los altoparlantes de la procesión que muchos grabaron con sus celulares.

"¡Tenemos hambre, queremos comida!", gritó una mujer en uno de los tramos. 

Una anciana con voz temblorosa y el rostro cubierto con un pañuelo esperó la imagen al borde de la carretera. "Bendice a Venezuela, señor, bendice a mi familia que está toda fuera del país", clamó en un reflejo del éxodo de unos 4,9 millones de venezolanos desde 2015 debido a la crisis reinante, según la ONU.

Para María Pérez, ama de casa de 66 años, resulta imposible dejar de acudir en Semana Santa a rezar ante el Nazareno, por eso salió, pese a la cuarentena.

"Tengo 33 años pagando promesa por mi hijo, para mí es un deber moral y un deber religioso asistir a pagarle la promesa al Nazareno", relató entre lágrimas, usando tapaboca.

El fervor popular le atribuye al Nazareno de San Pablo milagros durante una epidemia que se esparció en el país en el siglo XVII y fue conocida como la "peste del vómito negro" o escorbuto.

"Quita la pandemia, por favor", clamó en su cuenta de Twitter Nina (@cari_est), quien siguió el recorrido por esa red social.