Opinión

¿Recuperación o reconstrucción económica?

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9 de abril de 2020, 3:00 AM
9 de abril de 2020, 3:00 AM

Hernán Paredes Muñoz

Mientras antes reiniciemos la actividad económica, más factible será evitar quiebras y aplicar políticas de recuperación económica. Mientras más tardemos, el desempleo abierto y posible caos social podrían ser inevitables y tendríamos que tomar mucho tiempo/dinero para reconstruir la economía boliviana.

Los bonos son una gran inyección de liquidez a la economía y permiten mantener la demanda/consumo de la mayoría de la población, pero si la oferta no aumenta paralelamente a la demanda, es probable que aumenten los precios.

Pero, ¿cómo reiniciar la actividad económica sin escalar en el contagio del Coronavirus? El gran desafío es la aplicación rigurosa de normas de inocuidad y sanidad en los lugares de trabajo y comercialización. Esto además de información y disciplina, necesita inversiones para crear las condiciones necesarias en cada empresa.

Vayamos por partes. Ahora mismo, muchas industrias alimenticias están trabajando, abasteciendo con varias toneladas diarias de pollo y otros productos a todos los mercados del país. Ojalá las Alcaldías con Senasag y otras instituciones, garanticen que la producción, distribución y manipulación de estos alimentos cumpla normas sanitarias.

Ahora bien, preguntémonos ¿sí la industria alimenticia está trabajando, porqué no lo puede hacer el resto de la industria y la actividad económica formal? Respuesta: Porque no sabemos cómo. Justamente el desafío es tomar acciones concretas en cada empresa para evitar el contagio. Al ser un problema público, necesariamente requerimos normas de inocuidad/sanitarias que eviten la expansión del Coronavirus.

Por ejemplo, la Asociación Mercosur de Normalización hace tiempo tiene la Norma NM 324-2010, Sobre las Buenas Prácticas de Manufactura y Requisitos en la Industria de Los Alimentos. Esta norma, actualmente es de aplicación voluntaria para las empresas bolivianas. Para empezar habría que hacerla obligatoria y ampliar su aplicación a otros rubros.

Actualmente  todo el mundo tiene el mismo desafío, por tanto podría constituirse un equipo de trabajo entre las autoridades del Ministerio de Salud y los Ministerios de Producción, Agricultura y Trabajo, con especialistas de IBNORCA y SENASAG, para diseñar hasta el 15 de abril, una normativa boliviana. La cooperación internacional será muy oportuna en este desafío.

Esta normativa debería ser consensuada con las organizaciones empresariales, puesto que supondrá acciones e inversiones. Sin duda, los Gobiernos Departamentales y particularmente los Gobiernos Municipales tendrán un rol protagónico en el apoyo y control de esta gran tarea.

Con alianzas público/privadas, normas, apoyo, asistencia técnica y mucha logística, podremos poner en marcha gradualmente la economía formal: por regiones/rubros. Pero, ¿qué hacer con la gran población que vive/sobrevive  en la economía informal?

Las normas tienen que ser de aplicación general, sin embargo, en el caso de los sectores informales  son inevitables las alianzas público/social, entre organizaciones sociales de diversa naturaleza y Gobiernos Municipales, justamente estos Gobiernos son los más cercanos a la economía cotidiana informal.

Las normas para el sector informal debieran incluir la obligación de tener postas de salud móviles, cabinas de lavamanos y túneles cortos de fumigación personal, asimismo garantizar la provisión/uso de barbijos N95 o similares.

La mayoría de los funcionarios públicos municipales están con poco trabajo, por tanto es vital una reingeniería rápida para que todos estos servidores  públicos puedan trabajar ayudando en el gran desafío dual salud/economía. Cada empleado municipal deberá contar con el equipo de bioseguridad, para no contagiarse y constituirse en foco móvil de infección. Así podrán facilitar y garantizar que se aplique eficazmente las normas de inocuidad/sanitarias, en las empresas, en los mercados y en las calles donde hay venta de productos y servicios.

El Estado de Emergencia Sanitaria fue oportuno y nos disciplinó; ahora con urgencia, necesitamos normas de inocuidad/sanitaria. Así, podremos a reactivar gradualmente la economía, con muchísima  disciplina para evitar la expansión del mortal virus.

La nueva economía boliviana  saldrá victoriosa de esta Pandemia, será más integrada, más organizada, más disciplinada. Si tardamos o hacemos poco, perdemos mucho; pero si trabajamos con decisión, inteligencia y mucha logística, ganamos todos.

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