Opinión

Condiciones para un desbloqueo gradual en Bolivia

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28 de abril de 2020, 3:00 AM
28 de abril de 2020, 3:00 AM

Waldemar Peralta

La crisis del Covid-19 inicia su desarrollo en el ámbito de la salud pública, pero a medida que evoluciona, involucra otras dimensiones como la económica, social, política y otras, por lo tanto, es multidimensional, pero además con muchos actores: gobiernos, ciudadanos, sector privado, ejercito, etc.  Esta compleja situación, la hace multidimensional con multi actores, por ende, su gestión, requiere medir las capacidades, intereses y condiciones, para proyectar lo que pueda ocurrir y anticipar los escenarios futuros probables, luego de reconocer el tremendo fracaso en anticipar el pasado reciente.

La mayoría de los gobiernos, tomaron la decisión de iniciar un bloqueo- cuarentena, con el fin de disminuir el RO (el numero promedio en que una persona infectada puede infectar a otras) del Covid-19, afectando con el aislamiento social sus principales variables; a) Cuánto se entremezclan los susceptibles y los infectados y b) Una persona infectada a cuántos susceptibles pasa la enfermedad antes de que se recupere. Complementariamente, el bloqueo sirve a los gobiernos para ganar tiempo, para mejorar la capacidad sanitaria, promover nuevas reglas de comportamiento colectivo, generar métricas, teniendo al testeo como su elemento determinante. En varios gobiernos, primó la dimensión económica, por sobre la salud pública, hoy se desbordaron los contagios y muertes, como es el caso de Italia, España y Estados Unidos; pese a ello, a nivel global, se van sintiendo los efectos de la cuarentena. Según el sitio ourworldindata.org de la Universidad de Oxford, las muertes en el mundo tuvieron su pico el 16 de abril, con 10.345 decesos, que descendieron el 26 de abril a 5929.

El bloqueo indefinido no es factible ni práctico, porque destruiría la economía. Con la disminución de los decesos, contagios e incremento de recuperados, los países comienzan a compartir la idea de un desbloqueo gradual, a partir de una cuarentena inteligente selectiva, que permita abrir algunas actividades económicas, pero que mantenga varias restricciones.

Esto funcionaría como un semáforo sanitario con tres fases: de rojo a amarillo y a verde. Entonces todos tienen claro el sentido de la dirección. Primero, pasaríamos de la cuarentena al rojo, donde aún debemos dejar de hacer cosas que podríamos haber hecho antes de la crisis. Luego al amarillo, a medida que mejoran las condiciones, pero aún debemos ser cuidadosos. Eventualmente, de vuelta al verde, cuando los expertos puedan dar el visto bueno. Este tránsito debe estar guiado por métricas sanitarias, que mantengan un RO<1, que alerte sobre el desborde de contagios no controlados que puedan colapsar el sistema sanitario, pudiendo en cualquier momento, volver a la cuarentena.

Los países desarrollados discuten detalles y otros ya están aplicándolos, con decisiones controvertidas, como la española con la regla de “los cuatro unos”, permitiendo a sus niños retornar a los parques, con un primer día de desborde masivo y de inobservancia del distanciamiento social.

En Sudamérica, Paraguay presento su plan de Cuarentena inteligente, desarrollando este concepto, detallando fechas y sectores de la economía que liberarían. El Gobierno argentino discute un desbloqueo gradual a partir de lo que denominaron “diferenciación regional por medio de semáforos sanitarios”. En Bolivia, se inició la discusión sobre el tema, si bien no existe todavía un plan oficial, algunas voces, ya comenzaron a proponer varias ideas.

¿Cuáles son las condiciones mínimas para levantar la cuarentena? ¿Todos los países tienen las mismas capacidades? ¿Los países aprovecharon la cuarentena para prepararse? Los países no son iguales, algunos tienen muchas más capacidades y condiciones que otros; factores determinantes en crisis y los escenarios futuros probables.

La OMS, establece que para levantar la cuarentena deben darse algunas condiciones.

a) Que la transmisión del COVID-19, esté controlada. b) Capacidad sanitaria. c) Implementación de medidas de prevención, conciencia y compromiso colectivo.

El Estado boliviano, dictó cuarentena y tomó decisiones correctas y fundamentalmente oportunas, evitando que los contagios se tripliquen; los gobiernos locales, están realizando esfuerzos en la dimensión de salud pública, seguridad, economía y otros, para sostener el bloqueo; pese a haber heredado un sistema sanitario colapsado, en un momento económico crítico, en medio de un escenario electoral “suspendido” con varios intereses de por medio; y una poderosa sociedad económica informal como la nuestra.

Por esto, es importante pensar en las condiciones particulares que tiene Bolivia, para avanzar en el desbloqueo gradual. Algunas preguntas partiendo de las recomendaciones de la OMS: ¿La transmisión del Covid en Bolivia está controlada? ¿Conocemos el número real de contagios? El ministro de Salud de Ecuador informo que hasta el jueves 23 de abril, en ese país existían 11.000 contagios, producto de un informe de testeo rápido; el viernes se incrementaron 10.700 nuevos casos, duplicando en 24 horas, sus cifras oficiales de manera exponencial.

Bolivia es uno de los países que menos pruebas realiza en el continente. Esto no permite tener certezas sobre la proyección real de contagios para aplicar un semáforo sanitario que mida semanalmente el RO. Esto disminuye las capacidades de detectar, aislar, tratar y rastrear al virus e informar sobre ello. Tanto en el riesgo como en la crisis, la noticia es la certeza y no necesita ser buena o mala, solo requiere ser noticia, un dato que aporte para decidir; este elemento será el que definirá los futuros probables. Liberar la economía sin saber la cantidad real de contagios, es muy parecido a saltar desde un avión sin paracaídas.

La gradualidad y la apertura económica incrementaran la posibilidad de que un susceptible se entremezcle con un infectado. En ese escenario,  ¿la sociedad boliviana ha tomado consciencia colectiva de la gravedad de la crisis y se ha mostrado compromiso de cumplir la medidas de prevención? Vimos desbordes de la sociedad en diferentes ciudades con mayor o menor intensidad que obligaron al estado a militarizarlas, encapsularlas y endurecer las medidas.

La mayoría de la sociedad boliviana está en casa a coste de su economía, pero varios sectores, algunos con inclinaciones políticas dibujadas e nuestra particular situación, no están comprometidos con cumplir las medidas de prevención; no lo hacen en la cuarentena, mucho menos lo harán en el desbloqueo. Por eso debemos transmitir la responsabilidad del desbloqueo gradual al ciudadano, repetirla desde la comunicación de Gobierno y desde el sector privado; generar conversación para que se instale.

Nuestra capacidad sanitaria es muy frágil. El tiempo ganado en la cuarentena nos debe servir para equiparnos y continuar haciéndolo en todas las etapas que vienen. Los recursos que estamos consiguiendo como país deben estar pensados para la gestión de la crisis no solo en la etapa de bloqueo, sino en todas sus dimensiones y  tomando en cuenta las 4 etapas, de la misma; conociendo los intereses, capacidad y poder de cada actor en cada momento y gestionando futuros probables.

El Covid no nació en el Chapare, es una pandemia mundial, en la cual varios países están siendo muy exitosos en gestionarla; hay que seguir su ejemplo al pie de la letra.

¿Existe en Bolivia y sus departamentos, las condiciones para un desbloqueo gradual? El país está en el proceso de construir las condiciones, no me animo a decir optimas por el factor tiempo, pero si posibles para un desbloqueo gradual; y ser responsables, ya que con esta decisión, se van a definir vidas y no debemos ni podemos equivocarnos. Esto se hace lejos de la exaltación heroica de liderazgos y cerca de las decisiones de hacer que hablen por sí mismas, generen certidumbres y mitiguen el temor, elementos centrales en una crisis sin precedentes como esta.

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