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¿Qué esperar del mercado del petróleo?

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29 de abril de 2020, 3:00 AM
29 de abril de 2020, 3:00 AM

Décio Oddone

La industria petrolera ha sufrido dos crisis recientemente. En septiembre, un ataque con drones paralizó la mitad de la producción de Arabia Saudita. En enero, un general iraní fue asesinado en Irak. En ambos casos, el precio del petróleo subió, pero pronto cayó. Estos eventos reforzaron la percepción de que, debido a factores estructurales, el precio tiene una tendencia a la baja. Ahora ha surgido el coronavirus. ¿Qué esperar?

El crecimiento de la demanda, especialmente en China, desde la década de 1990 ha dado lugar a la producción de petróleos de mayor costo. El aumento de la oferta en los Estados Unidos y otros países contenía el aumento de los precios. El precio comenzó a fluctuar entre el costo del petróleo estadounidense, por encima del cual causa un crecimiento en la producción, y el costo marginal del petróleo convencional, necesario para el mantenimiento del suministro. Al mismo tiempo, las innovaciones están reduciendo estos valores.

Esta imagen se vio sacudida por la guerra de precios que estalló entre Arabia Saudita y Rusia. La demanda y la oferta mundiales de petróleo se ajustaron en alrededor de 100 millones de barriles por día. El repentino aumento del suministro en unos 4 millones de barriles por día generó una presión bajista. Casi simultáneamente, la crisis del Covid-19 trajo un nuevo ingrediente: una brutal caída del consumo, que podría alcanzar los 30 millones de barriles por día en los próximos meses.

Se llegó a un importante acuerdo para reducir la producción en casi 10 millones de barriles. No será suficiente. La presión de la demanda será más fuerte. La baja demanda, la falta de almacenes y el cierre de contratos de entrega en mayo llevaron el precio del petróleo en los Estados Unidos a terrenos negativos. Los impactos en el Brent, la referencia internacional, no tardaron. La crisis aguda pasará. Las dudas seguirán existiendo. ¿Cómo afectará esto al mercado? ¿Y al Brasil?

El consumo no vuelve tan pronto a los niveles anteriores. La producción en los sitios de costo más alto caerá, pero se espera que la oferta continúe superando la demanda. Los precios seguirán presionados, exigiendo recortes adicionales en la producción. Los inventarios altos afectarán a los precios durante bastante tiempo. Los derivados seguirán siendo baratos. La industria reestructurará, reducirá los costos y las inversiones. Proyectos se pospondrán. Los gobiernos, que gravan la extracción y el consumo de petróleo y derivados y compiten por las inversiones, también tendrán que ajustarse.

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