La autoridad municipal confirmó que contrajo la enfermedad viral y ahora se encuentra aislada en su domicilio y sigue trabajando. Dice que el hospital estaba pintado de azul y que ahora lo están pintando de verde, mientras él ya no ve la hora de que lo inauguren

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7 de mayo de 2020, 8:23 AM
7 de mayo de 2020, 8:23 AM

Miguel Ángel Hurtado, alcalde de Montero, dio positivo para Covid-19 y se convirtió en la primera autoridad municipal en contraer la enfermedad en el departamento de Santa Cruz.

Hurtado se encuentra confinado en su domicilio, desde donde desarrolla sus actividades laborales. Respondió a la entrevista telefónica de EL DEBER. 

Con tiempo para profundizar sobre la situación de Montero reparó en las necesidades de su municipio, entre ellas, la urgente habilitación del hospital de tercer nivel. No se explica por qué está tardando  cuando se lo está necesitando tanto, más aun porque vio en su interior 12 respiradores que tanto bien harían.

-¿Cómo está de ánimo?

Soy una persona de hacer chistes; me siento bien. Lo único que, si me tocan el tema de mis hijas, no puedo dejar de llorar, porque impacta. Me da mucho miedo, porque una de ellas tiene asma, es la mayor, de 16 años. Tengo otra de 15 años, una de 10 y la última de seis, que este jueves cumplirá siete. El domingo le han sacado muestras a mi esposa que anoche (martes) manifestó algunos síntomas. Lastimosamente están tardando mucho los resultados, pero ya está aislada de mí y de mis hijas, pero al final es ella quien les lleva comida. Las niñas no han manifestado ningún síntoma.

-¿Sabe cómo se contagió?

No sé desde cuándo tengo esta enfermedad. Por ejemplo, mi papá no tenía contacto conmigo y dio positivo el sábado. Él vive en la misma casa, pero estamos en ambientes separados. Solo Dios sabe. Yo salía de mi casa a las 7:00 y volvía a las 22:00, y las veces que yo volvía temprano, él huía de mí, pero al final es él quien ha terminado más grave. Ahora está en terapia intensiva en una clínica. Ya está estable, ha evolucionado favorablemente.

-¿Tiene sospecha de alguien que pudiera haberlo contagiado?

Haciendo recuerdo, hace poco me enojé por una cosa que hicieron mal en el trabajo y sentí que se me aceleró el corazón. Entonces me atendieron en un centro, aquí en Montero, tenía 147 de presión sanguínea. Yo nunca he tenido nada de eso y se fue normalizando. Me dijeron que posiblemente era debido al estrés.

El médico que me atendió es hijo de un amigo y conversamos de todo. En un momento dado nos sacamos las mascarillas y a los dos días supe que su papá había dado positivo para Covid. El hombre vive en la misma casa y no he podido saber si el médico es positivo, porque no me contesta el teléfono. Ese contacto fue hace dos viernes.

-¿Dónde está cumpliendo el aislamiento?

Ahorita estoy en la parte de atrás de la casa. Poco más y me ponen en el cuarto del perro (ríe a carcajadas). Más bien que hemos conseguido un colchón, estoy aislado totalmente, pero he recibido el apoyo de todo mundo.

-¿Sigue trabajando?

Sigo desarrollando mis tareas gracias a la tecnología. Con los secretarios y directores tenemos grupos de Zoom y hacemos teleconferencias. Los grupos de WhatsApp también me permiten trabajar. Por ejemplo, el otro día, desde aquí vi los focos de la plaza principal que están mal y ordené que los arreglaran. O sea, interactúo todo el tiempo.

En realidad, tengo más tiempo que antes para dedicarme a cosas que necesitamos. Normalmente, tengo la mala costumbre de recibir a la gente para resolver problemas y eso me quitaba tiempo. Ahorita puedo dedicarme a lo más específico que necesitamos.

-En lo económico, ¿qué es lo que más necesita Montero?

Necesita garantizar que el tema de la salud sea sostenible. Por ejemplo, nosotros debemos tener Bs 11 millones para pagar los más de 480 contratos de salud y la compra de medicamentos para garantizar el tema del SUS. Esta ley del SUS nos ha cambiado el panorama. Antes, con la Ley 475, las prestaciones médicas que dábamos a pacientes que llegaban de Okinawa, de Minero, de Yapacaní, de San Rafael y hasta de Ivirgazama, las pagaba el Gobierno central. Ahora, con la ley del SUS, los cobros son intermunicipales, es decir, que, en vez de cobrar al Gobierno nacional, los que pagan son los municipios, pero es un papeleo sin fin cobrar esas prestaciones de municipio a municipio. Encima, en estos momentos ningún municipio tiene plata y nos pone en riesgo la sostenibilidad del sistema.

Por eso es que al principio nos enduramos en gastar plata contra el Covid-19. Necesitamos una reestructuración de todo el sistema económico por el tema del SUS. El Gobierno nacional nos viene diciendo que ya aprobó el 10% para la salud y hasta ahorita vemos algo. El 17 de noviembre me reuní con el ministro de Salud para ver el tema de los cubanos que se fueron, quedamos que nos iba a dar 36 ítems y hasta ahora llegan.

Todo está muerto por parte del Gobierno nacional. El ministro (Wilfredo) Rojo prometió ayuda en el tema de equipamiento y me derivó con un viceministro, quien me dijo que me iba a dar 50 overoles. Para que tenga una idea, nosotros en la Alcaldía hemos comprado 2.200 overoles en Montero porque se gastan todo el tiempo y el viceministro prometió 50 y, encima, no llegaron nunca.

-¿Se siente burlado?

Es que no hay nada. No hay reacción. Por último, uno pregunta y salen con que uno no apoya a Jeanine Áñez, que apoyamos a (Luis Fernando) Camacho. Ahora, por ejemplo, hemos cerrado filas (los municipios) porque necesitamos que ese hospital de tercer nivel (en Montero) funcione, porque tenemos que prevenir esta enfermedad que va a seguir avanzando y necesitamos tener lista la capacidad de atención. No vaya a ser que dentro de una semana no tengamos cómo salvar vidas. Después, los culpables seremos los alcaldes o el gobernador, Por eso es que (Óscar) Urenda ha sido duro (contra el Gobierno).

Imagínese, siguen pintando el hospital. Estaba de color azul (el hospital de tercer nivel de Montero) y lo han pintado de color del partido de Jeanine y no lo terminan hasta ahora. Necesitamos que lo terminen; nos dijeron que el 6 de abril lo iban a terminar y nada. En ese centro ya están los respiradores, cuando entré vi 12, están las camas, está todo puesto, pero hasta ahorita los terminan.

-En lo social, ¿cómo ve a Montero frente al coronavirus?

Nosotros empezamos de último en el tema de coronavirus. Nos enteramos de que el hombre llegado de Italia, que dio positivo, ya estaba 14 días aquí y tuvo más de 400 contactos directos. Algunos fueron identificados, pero otros no. El tipo había dado misa, celebró bautizos, dio comunión, dio la hostia en la boca, por eso, nos convertimos en la población más afectada.  Esa persona hasta ahora sigue dando positivo en los exámenes.

Como se ha extendido tanto, hemos visto casos en los que un paciente positivo vivía en una casa hasta con 20 personas. La pobreza que es el peor enemigo de Montero, no es de este Gobierno, no es de los 14 años del MAS, sino desde siempre. El hacinamiento es grave y esa gente es la primera en salir a la calle, porque necesita buscar qué llevar para la olla.

-Usted pinta un panorama sombrío

Totalmente, sinceramente lo veo sombrío, por eso es que tenemos que prepararnos. La gran ventaja hasta aquí es que la mayoría de los pacientes son asintomáticos, pero tengo miedo de que, con el frío, el porcentaje de asintomáticos se revierta. Esas personas necesitarán más asistencia, ahí será más complicado.

-¿Se ha ampliado la capacidad hospitalaria?

Nosotros, como Alcaldía, estamos construyendo un hospital de segundo nivel con capacidad para 150 camas, le falta un mes de trabajo y el equipamiento. Si estuviera listo el hospital de tercer nivel, tendríamos a disposición 200 camas, cada una tiene instalación para contar con respiradores.

Asimismo, hemos habilitado un centro con capacidad de casi 100 camas para la internación de los pacientes positivos asintomáticos. Funciona en una instalación municipal en Terra Puerto, está aislada de Montero, a unos tres o cuatro kilómetros.