La Sociedad de Infectología asegura que puede causar problemas respiratorios y ayudar a la diseminación del covid-19. Antes, habían lanzado la voz de alarma los voluntarios de Respira Bolivia

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9 de mayo de 2020, 17:32 PM
9 de mayo de 2020, 17:32 PM

La Sociedad Boliviana de Infectología, a través de un comunicado, desaconseja el uso de túneles de desinfección y del rociado de personas con productos químicos porque, en lugar de ayudar a frenar la diseminación del coronavirus podría estar alentándola, además de significar un riesgo innecesario para la salud de las personas.

Así, la SIB se suma a la alerta ya lanzada por los voluntarios de Respira Bolivia, que explicaron que su uso debe ser estricto para personal de salud con el equipamiento adecuado, y de la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), que advirtió de los peligros de esta práctica.

Según el comunicado de los infectólogos, hasta el momento no se ha demostrado que rociar a la gente con lavandina y otros desinfectantes químicos tengan alguna acción sobre el sars-Covid-2, causante del coronavirus y los aerosoles que se producen al interior de los túneles podrían facilitar la diseminación de este y otras infecciones virales y bacterianas en el tracto respiratorio. Advierte además que la inhalación de químicos puede causar daño en las vías respiratorias y el tracto digestivo, asma, irritación en los ojos y la piel e intoxicación que podría poner en riesgo la vida de las personas.

Atualmente, tanto los túneles de desinfección como el rociado de personas con mochilas agropecuarias es una práctica obligatoria en mercados, supermercados y retenes en los caminos de Bolivia. En un viaje de unos 100 kilómetros, los funcionarios de empresas agropecuarias y de telecomunicaciones pueden ser fumigados hasta en ocho oportunidades, sin tomar en cuenta las consecuencias de su salud. 

También ha sido instalado por particulares en entradas de condominios y su comercio se ha popularizado en las redes sociales sin que exista una regulación sobre su diseño o los químicos que rocían. 

“Nuestra sociedad no recomienda bajo ninguna circunstancia rociar a un individuo con ningún químico”, dice el comunicado de los infectólogos y añade que, además de los daños a la salud, genera una sensación de falsa seguridad y distrae a las personas de las otras medidas de seguridad que son necesarias, como el distanciamiento social, uso de los barbijos o el aseo personal.