Opinión

¿Cómo se transformará la vida?

12 de mayo de 2020, 5:10 AM
12 de mayo de 2020, 5:10 AM

Es la interrogante de la época provocada por el COVID 19, el mismo que a su vez resuelve el problema fundamental de la filosofía recordándonos que la idea, la conciencia el espíritu es el producto de la materia, de la naturaleza y no a la inversa, pero enseguida nos preguntamos ¿estamos en condiciones de comprender el cambiante mundo que nos circunda?, más aún ¿podemos transformar estas realidades?, al parecer sólo es factible aproximarnos a ello de manera dialéctica asumiendo los nuevos desafíos de la realidad y valorando y adecuando los avances técnico científicos en curso.

Junto a la brusca caída de la producción, el empleo e ingresos con la consiguiente y acentuada conflictividad social y política, se producirán en los próximos cinco a diez años cambios significativos en todos los ámbitos de la vida humana como el tránsito de la conquista a la colonización del espacio o el asentamiento humano permanente fuera de la tierra, la movilidad humana, las comunicaciones, el empleo, el comercio, la educación y la salud entre otros.

Son notables los avances que nos permitirán en la próxima década mudarnos a las estrellas y pensar que dentro de cien años estaremos poblando la luna o marte, pero sin ir tan lejos haber pasado de la carreta al automóvil y las aeronaves en un siglo y hoy día estar experimentando viajes en autos autónomos que te permiten dormir, jugar video juegos, twittear, pero más aún constatar que todos los fabricantes de automóviles y de aviones invierten hoy en la experimentación de autos voladores con despegue vertical y que tienen previsto hacer pruebas en Dallas los Ángeles en 2023, son la constatación de que el poder de la tecnología que tenemos en nuestras manos no tiene paralelo en ningún momento de la historia humana.

Hace quince años era impensable tener teléfonos inteligentes, hoy en día cualquiera que quiera saber algo tienen que hablar con su teléfono, hacerle preguntas, hacer video conferencias al otro lado del planeta, pedir lo que necesites vía internet, convirtiéndose de este modo los teléfonos móviles en parte orgánica de nuestro organismo y en una extensión de nuestro cerebro, los mismos que muy pronto serán sustituidos por las gafas aumentadas con inteligencia artificial, las que cambiaran la forma en la que interactuamos entre las personas y con nuestro entorno, haciendo que nuestra realidad sea automática y mágica, de manera que, por ejemplo, al entrar en tu casa tendrás una oferta de programas de entretenimiento de acuerdo a tu estado de ánimo, los que podrás activar desde tus gafas de realidad aumentada.

En este contexto, hay sobre todo dos temas que se van a trasformar dramáticamente en la próxima década, la salud, que abordaremos en un siguiente artículo y la educación. El sistema educativo actual no ha cambiado en más de cien años, es un sistema diseñado para la era industrial cuyo propósito era capacitar a futuros trabajadores para que hicieran tareas repetitivas, hay un timbre o campana que indica cuando formar, cuando entrar a clases y los maestros hablan a grupos de cincuenta alumnos donde la mitad no atiende y la otra mitad entiende a medias o esta aburrido para luego aplicar pruebas estandarizadas, estableciendo un rango de calificaciones también estandarizado.

Se requiere reinventar el sistema educativo, superar el sistema repetitivo y memorístico centrado en los maestros, quienes tienen una labor extraordinariamente dura porque cumple el rol de padres y madres, consejeros, amigos y educadores, tratando de cuidar a unos mientras otros están aburridos. Es urgente avanzar en un sistema educativo basado en la cooperación entre el profesor y la tecnología y centrado en los estudiantes, donde los maestros serán más que educadores, formadores de la inspiración humana y los valores éticos, dejando en manos de la tecnología las tareas repetitivas.

Necesitamos que los estudiantes encuentren su pasión, se motiven a sí mismos, aprendan a contar historias, a tener empatía, donde el mejor maestro cuente con inteligencia artificial que le permita conocer las habilidades lingüísticas de cada uno de los alumnos, el color favorito y el talento de cada uno, el jugador o artista que admira, haciendo que la educación sea personalizada y experimental, de manera que gracias a las gafas de realidad virtual puedan viajar al imperio incaico y conocer y conversar con Atahualpa el último emperador inca, experimentar en lugar de leer, lo que multiplica por diez la capacidad de aprender.


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