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A poner en movimiento la economía

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21 de mayo de 2020, 3:00 AM
21 de mayo de 2020, 3:00 AM

Por: Hernán Paredes Muñoz

Inevitablemente, con o sin autorización, se empieza a dinamizar/flexibilizar la cuarentena, el costo de oportunidad entre enfermar de Covid o enfermar de hambre se ha equilibrado. La mayoría de la gente asume que tiene que enfrentar ambas amenazas simultáneamente; en otras palabras, aprender a vivir y trabajar con la presencia del virus chino.

El Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, a la cabeza de su nuevo ministro, ha tenido el acierto de emitir una Resolución mediante la cual se aprueba un Protocolo de medidas preventivas contra el Covid y una guía de limpieza y desinfección personal y de ambientes de trabajo. Buena iniciativa, que debió tener antes el Ministerio de Salud.

Ambas normas sintetizan de manera muy pedagógica los hábitos de bioseguridad, limpieza y desinfección personal que cada ciudadano debe realizar cotidianamente, así como las buenas prácticas de prevención e inocuidad, para cumplir en todas las fuentes laborales. Es decir, son reglas básicas de una convivencia sana entre bolivianos. Pero, ¿son suficientes? No.
Para empezar, tienen que comunicar eficazmente. Es una oportunidad para que trabaje el Ministerio de Comunicación. 

En momentos críticos la buena comunicación puede salvar vidas. Muy poca gente leerá las 48 páginas de la Resolución. Por eso, además de difundir en los formatos tradicionales (spot, jingles, entrevistas, infogramas, etc) debiera inundar las redes con algo similar a síntesis de libros animados, debates/conferencias por zoom, televisión y radio con actores relevantes de todos los sectores, porque esto involucra a todos. Ubiquémonos, necesitamos un cambio cultural, ese es el primer punto de la agenda nacional.

El Ministerio de Educación, de manera inmediata, debiera incluir en las clases virtuales que pasan nuestros hijos la materia de Bioseguridad y vida. Se debe incorporar en todos los niveles, con los formatos y medios pedagógicos pertinentes. El desafío es introducir de manera inteligente, en la mente de nuestros niños y jóvenes, el valor de la salud y limpieza, la importancia de ser responsables con nuestra vida misma. Oportunidad única para que las nuevas generaciones sean mejor que nosotros.

Vayamos al meollo del tema económico. Bien harían las autoridades si capacitan y facilitan agresivamente a empresarios y trabajadores, a toda la comunidad productiva y económica, para que estas buenas prácticas sean una realidad. Podría iniciarse con capacitaciones en línea y la provisión masiva de señalética a ser colocadas en cada sección de las fuentes de trabajo. Tener una línea 800, para que cualquier trabajador o empresario pida asistencia técnica, de sugerencias o exija mejoras. Como nunca antes, necesitamos que las instituciones sean más inteligentes y abiertas; sólo así se podrá establecer una comunicación eficaz entre sociedad y Estado.

¿Qué pasa con el transporte en minibuses, micros y trufis? La Resolución recomienda prácticas de desinfección y distanciamiento social que, sin duda, deben cumplirse. El problema es que para cumplir el distanciamiento social, la capacidad de los vehículos de transporte público se reduce a la mitad o menos. Por ejemplo, un minibús de 14 pasajeros, sólo podría llevar 7, generando colas interminables y presión para que se rompa esta regla de distanciamiento social. ¿Qué hacer?

Necesitamos disminuir el riesgo estructuralmente, para este fin es imprescindible disminuir la cantidad de exposiciones de cada ciudadano en lugares que pudieran estar infectados. Es decir, necesitamos eliminar la posibilidad de aglomeración de personas en el transporte, calle, banco o mercado. ¿cómo?

La distancia social permite la distribución del riesgo en el espacio. Más distancia, menos riesgo. Menos de un metro y medio, más riesgo de contagio. En términos de espacio no se puede hacer más. Cumpliendo esta distancia en todas las actividades económicas no nos alcanzan las 8 horas de trabajo para que toda la población realice sus actividades, salvo que volvamos de hecho a la concentración de gente en colas interminables. 

No hay otra opción que distribuir el riesgo en el tiempo. Ampliar los horarios de funcionamiento de todas las actividades económicas. El Ministerio de Trabajo tendrá que trabajar para normar y facilitar horarios de trabajo por turnos, que permitan a las personas realizar actividades económicas de 7:00 am a 9:00 pm, incluidos sábados y domingos. Es un cambio radical en el mercado laboral que logrará mantener los niveles de empleo, evitar mayores contagios al mismo tiempo que la demanda y oferta de bienes y servicios fluya.

El desafío está planteado, hagámoslo de manera inteligente y práctica. Aprendamos y practiquemos hábitos bioseguros en la casa, el trabajo, en la calle, en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana. Nuestro cuerpo y el de nuestros seres queridos, amigos y conciudadanos nos lo agradecerán.

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