La firma fabricante ratifica que los equipos fueron comercializados a un distribuidor. En el país existe un escándalo porque se pagó alrededor de $us 28.000 por cada insumo, es decir, cuatro veces más

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22 de mayo de 2020, 10:44 AM
22 de mayo de 2020, 10:44 AM

Mediante un corto videocomunicado, Pau Sarsanedas, gerente de la empresa española GPA Innova, sostuvo que cada uno de los 170 respiradores que llegaron a Bolivia fueron vendidos a un intermediario por 6.600 euros, 6.000 por el equipo y 600 por los accesorios, más o menos unos 7.200 dólares.

Desde GPA Innova queremos aclarar la polémica generada por la venta de 170 ‘respiras’ a Bolivia. Queremos dejar bien claro que la venta se realizó a un distribuidor a nuestro precio estándar de tarifa de 6.000 euros, más 600 de accesorios”, detalla en la grabación.

Sin embargo, esos equipos llegaron a territorio nacional por unos 28.000 dólares, es decir, casi cuatro veces más que su costo real, razón que dio lugar a un escándalo que ahora se investiga en estratos judiciales.

Inicialmente, la firma española había admitido no conocer la cantidad de intermediarios que existió en la adquisición de los insumos. El proceso se realizó con mucha premura ante la emergencia sanitaria por Covid-19 que atraviesa el país.

Video del representante del fabricante:

En una anterior declaración, Sarsanedas había admitido “errores” en la compra, debido a que el producto solicitado por los intermediarios para Bolivia tenía una característica “básica”, cuando era necesario un modelo “avanzado”. No se había concluida la negociación inicial cuando el avión de BoA, que recogió los respiradores, ya había partido del país.

Son seis las personas aprehendidas por el presunto sobreprecio de los equipos, un director jurídico, un director de una entidad descentralizada y el exministro de Salud, Marcelo Navajas, además de dos asesoras del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y uno de los intermediarios.

El Gobierno nacional decidió paralizar el pago de un monto restante, mientras que una de las empresas intermediarias amenazó con no actualizar el software de los equipos ni entregar los accesorios hasta que no se cumpla con la cancelación total.

Ayer, el ministro de Justicia, Álvaro Coimbra, dijo que se buscará una conciliación para que los respiradores no queden obsoletos, debido a que ya se pagó unos $us 12.000 por cada uno, pero si no se llega a un acuerdo, se buscará otra empresa que pueda complementar cada equipo para que se puedan comenzar a usar.