26 de mayo de 2020, 3:00 AM
26 de mayo de 2020, 3:00 AM

El afán de hacer oposición política no tiene límites para el Movimiento Al Socialismo. Si bien su blanco es la presidenta y el actual gobierno, sus ataques causan daño a toda la ciudadanía. Sin que ello parezca importarle a la militancia de esa tienda partidaria, liderada por Evo Morales, cada día hay una nueva declaración o acción que confirma que la salud y la economía de los bolivianos importa mucho menos que el mezquino afán de recuperar el poder a toda costa.

Los gobiernos subnacionales están al borde del colapso por falta de ingresos, tras la caída de los hidrocarburos. Hay un proyecto de ley que permitiría dejar de descontarles el 12% de sus ingresos para tareas de exploración de gas, pero está durmiendo en alguna gaveta, porque no han sido capaces de seguir los procedimientos para su aprobación. La ley que obliga a restar recursos a las gobernaciones fue propuesta y promulgada durante el gobierno de Evo Morales, pese a la protesta de autoridades departamentales que no estaban cooptadas por el poder totalitario de ese entonces.

No obstante el pedido de auxilio de las universidades, tampoco logran avanzar con el proyecto de ley de subvención y asistencia excepcional a las universidades públicas.

También duermen un proyecto de ley sobre alquileres y otra propuesta que permita devolver una parte de los fondos de pensiones para que los bolivianos atraviesen la crisis económica ya presente en el país. Afortunadamente, recién aprobaron la norma que autoriza desdoblar los ítems del personal de salud mientras dure la pandemia.

También está estancada la ley que permite el ascenso en las Fuerzas Armadas, entre otras tantas que están bloqueadas en un congreso controlado por el Movimiento Al Socialismo.

No es muy difícil imaginar que tales normas no avanzan, porque los congresistas están entretenidos haciendo política y eso les impide cumplir la labor para la que fueron elegidos. Significa que están trabajando bajo consignas partidarias y encima el país les está pagando su dieta mensual. ¡Vaya privilegio del que gozan!

Bajo esa lógica, no faltan los que se comiden a seguir echando gasolina y encendiendo fuego con sus declaraciones. Henry Cabrera, diputado del MAS politiza la pandemia señalando que el gobierno ‘hará aumentar los casos del Covid-19 para justificar la extensión del mandato’. ¿Cuál es la base sobre la que hace semejante declaración? No se sabe, lo que sí está claro es que hay una falta de escrúpulos espeluznante, que llega a la población como una provocación para distorsionar la percepción sobre la gravedad del problema.

Es en base a lo anotado que no extraña la celeridad con la que se ha reunido la Asamblea Legislativa para conformar una comisión que investigue el sobreprecio de los 170 respiradores adquiridos por el Ministerio de Salud. No está mal que indaguen, lo que sí está pésimo es que no trabajen para aprobar las leyes que son de necesidad para el alivio de municipios, universidades y población en general. Habrá que decirles que no fueron elegidos únicamente para hacer política partidaria, sino fundamentalmente para servir a los bolivianos.

Mientras eso ocurre en las filas del MAS, el Gobierno atiza el fuego cuando un viceministro acusa a la presidenta del Senado de visitar a los detenidos por los respiradores para después retractarse y cuando calla frente a la provocación del comandante de las FFAA que se presenta en el hemiciclo para lanzar advertencias si es que no se aprueba la ley de ascensos.

No es así que se cumple la función de legislar, por un lado, y de gobernar por el otro. Lamentablemente, la campaña electoral está trastocando los roles y funciones de quienes están en el poder con la única responsabilidad de conducir adecuadamente el destino de Bolivia.


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