Opinión

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Luego de la pandemia, ¿Un nuevo orden mundial?

26 de mayo de 2020, 3:00 AM
26 de mayo de 2020, 3:00 AM

Hay la convicción de que, luego de la pandemia del coronavirus, habrá cambios importantes en el mundo, tanto en política internacional como en economía. Y, ante eso, se conocen muchas opiniones. En este sentido, Leonardo Morales, en su columna ¿Surgirá un nuevo orden mundial tras el covid-19? publicada en el Diario Las Américas el 16 de marzo pasado, se ocupa de este tema.

Se parte de una realidad distinta a la paz concertada al fin de la Guerra Fría y de la disolución de la Unión Soviética. Pero ahora –se dice en la columna–: “Ni Rusia ni China son aliados de Washington”.

 “Detrás de los ‘románticos’ vínculos en la era moderna, subsiste un pasado imborrable e inevitable que se impone muchas veces a los designios de buena voluntad y a los grandes intereses económicos comunes de estas tres potencias”. Sobre esta visión hay opiniones diversas. 

Algunos temen que signifique el advenimiento de una dictadura, con vínculos universales, al estilo de la diplopía 1984 de Orwell. Por supuesto que también hay visiones menos tremendas: habrá cambios pero no necesariamente para mal.

Predecir el futuro de un orden mundial es tarea difícil. Pero se pueden señalar posibilidades y tendencias. Ahora, lo que está a la vista es que las tensiones crecientes entre Estados Unidos y China, son el preludio de un cambio, en el que ciertamente jugarán papeles importantes otros países como Alemania, Rusia, Francia, el Reino Unido y Japón, y la creciente influencia hindú.

L. Morales, se refiere a analistas que afirman que no se conformará tal Nuevo Orden Mundial. “Solo habrá una agudización de los conflictos y problemas que se desarrollaban en todo el planeta antes de propagarse el virus”. En este sentido, se pronuncia “Richard Haass en un artículo a finales de abril de este año titulado The Pandemic Will Accelerate History Rather Than Reshape It (Más que remodelarla, la pandemia acelerará la historia).

Por su parte, el secretario británico de Relaciones Exteriores Dominic Raab, dijo que, después del SARS-COV-2, los negocios con China no deberían seguir como siempre. Y el presidente francés Macron, estimó que “sobre la pandemia, había claramente cosas que han sucedido y que no sabemos”.

La reacción más directa contra China –se dice–, fue la del primer ministro japonés Shinzo, cuyo gobierno destinó 2.000 millones de dólares para que las empresas japonesas abandonen al gigante asiático y se establezcan en Japón, y 200 millones adicionales “a disposición de las que decidan radicarse en otro país”. Esto –se afirma– “sienta un precedente y una posible alianza con Estados Unidos y la India”.

Habrá cambios, sin duda, pero no se sabe, a ciencia cierta, cuáles y en qué dirección. Por ello, se impone la necesidad de incentivar en nuestro país, el análisis político-internacional de lo que sucede y sus posibles consecuencias.


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