Debido a que los contagios se quintuplicaron en las últimas dos semanas, las autoridades extendieron el confinamiento hasta el 7 de junio y dieron marcha atrás en algunas medidas de flexibilización

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Las grandes avenidas de Buenos Aires lucieron este martes con sus tiendas cerradas, salvo las esenciales, entre ellas alimentos y medicamentos, por nuevas restricciones impuestas tras un aumento de contagios del coronavirus.

"Mientras sirva para minimizar los riesgos de contagio que hay por esta pandemia me parece bien", opinó Daniel Mansilla, un empleado de 42 años, en la avenida Santa Fe, epicentro comercial de la clase media en la capital argentina.

En Buenos Aires y su periferia, donde habitan 14 millones de personas, los contagios se quintuplicaron en las últimas dos semanas. Por ello, las autoridades extendieron el confinamiento hasta el próximo 7 de junio y dieron marcha atrás en algunas medidas de flexibilización.

"Yo creo que la dicotomía que se habla entre salud y economía es un error garrafal. Hay que buscar un punto intermedio", dijo Claudio Lozano, un médico de 65 años.

En Argentina se llevan reportados 12.615 casos, de los cuales 471 murieron y 4.167 se han recuperado. Del total, 80% corresponden a Buenos Aires y su periferia.

La tasa de mortalidad es de 9,8 por cada millón de habitantes, en un país que tiene una población de 44 millones.

"Abrir para pagar gastos" 

"Teníamos un negocio de ropa de mujer desde hace más de 20 años y debido a la situación de emergencia de la pandemia no podemos estar abiertos y cambiamos entonces de rubro", dijo Gabriela Tenor, de 49 años y copropietaria de un comercio en la tradicional avenida.

El local vende ahora mascarillas, alcohol en gel y otros productos vinculados a la necesidad de prevenir el Covid-19.
"Tuvimos que reinventarnos. Por la cuarentena estábamos sin trabajar y abrimos aunque sea para pagar algunos gastos", relató Tenor.

Argentina está entre los países de la región con menor incidencia de la pandemia, situación que se atribuye a haber impuesto tempranamente un rígido aislamiento social obligatorio que cumplió este martes 68 días.

"Con respecto a la nueva restricción, esperamos que no nos perjudiquen. Ropa ya no tenemos. Si Dios quiere habrá un poquito de ventas de cosas muy útiles por la pandemia", expresó la comerciante.

En las calles laterales, los negocios no esenciales siguen permitidos, pero solo se atiende en las puertas. Mantuvieron su actividad los supermercados, fruterías y verdulerías, farmacias, bares que venden comidas para llevar y los que ofrecen productos para prevenir la enfermedad.

Las tiendas no esenciales habían sido autorizadas hace dos semanas, pero la comuna de la capital dio marcha atrás por el incremento de contagios.

"Tenemos gente conocida en la otra calle que está vaciando el local. Da pena. Hay una zapatería de gente supertrabajadora que decidió cerrar", dijo Tenor.

En los restantes 22 distritos del país, salvo en la provincia de Buenos Aires y la capital, avanzó esta semana la reapertura de actividades, en algunas provincias casi totales.

Pero se mantiene la suspensión de clases en todos los niveles educativos y los espectáculos deportivos y musicales masivos, entre otros.