Incluye restricciones en la logística de transporte de ganado, cantidad de personas que pueden intervenir en la puja comercial, los remates virtuales (modalidad incluida en el manual) y la seguridad en las instalaciones para cuidar al personal y contener el riesgo de expansión del coronavirus

28 de mayo de 2020, 9:29 AM
28 de mayo de 2020, 9:29 AM

El Gobierno, a través del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), aprobó un protocolo de bioseguridad para reactivar las actividades de comercialización de ganado bovino en centros de remate que operan en el departamento de Santa Cruz. 

A decir de la ministra de Desarrollo rural y Tierras, Eliane Capobianco, el manual incluye normas estrictas de bioseguridad que deberán aplicar los centros de remate en el funcionamiento de sus actividades. Denotó que este sector, que se mantuvo paralizado en el periodo de la cuarentena, es vital en la cadena de abastecimiento de carne bovina en el mercado local y nacional.  

La ministra detalló que el protocolo incluye restricciones en todos los sentidos desde la logística de transporte de ganado, la cantidad de personas que pueden intervenir en la puja comercial, los remates virtuales (modalidad también incluida en el manual) y la seguridad en las instalaciones para cuidar al personal y contener el riesgo de expansión del coronavirus.

"Desde la próxima semana empezarán a funcionar los centros que fueron habilitados y la subsiguiente, se completará el proceso con aquellos que requieren algunos ajustes", dijo. 

Según el presidente de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz), Alejandro Díaz, la flexibilización de la restricción de salida e ingreso de ganado, desde los establecimiento pecuarios hasta los centros de remate, así como la venta en estos puntos, ayudará al sector a compensar la merma de la demanda atribuida al endurecimiento de las medidas dispuestas con motivo de la cuarentena.

"La dinámica de exportación de carne alcanzada por el país ha generado descompresión de la caída de la demanda. El desafío es abrir más canales de comercialización en el complejo productivo cárnico", puntualizó. 

Díaz destacó la reanudación de actividades en los centros de remate, pero hizo un llamado a las autoridades que tienen que ver con el control de la higiene y bioseguridad en la venta de carne a los consumidores. "De nada sirve que la industria cárnica y los productores hagan el mayor esfuerzo de producir un animal bajo condiciones de higiene e inocuidad alimentaria estricta, si al final, el producto se vende sin respetar, por ejemplo, la cadena de frío", mencionó.

El secretario de Desarrollo Productivo de la Gobernación de Santa Cruz, Luis Alberto Alpire, apuntó que el manual hace hincapié en las medidas de bioseguridad en el movimiento y comercialización de ganado y la protección de los trabajadores y los asistentes a los remates. 

Alpire lanzó datos que reflejan el lado negativo de la pandemia del Covid-19, en medio de la cuarentena. Mencionó que la faena de ganado bovino para el consumo local se achicó un 20%, mientras que la incidencia, en el contexto nacional, alcanzó un 50%. 

No obstante, dijo que no todo es malo en el sector pecuario porque las exportaciones de carne registran un franco crecimiento. En 2019, se exportó 5.500 toneladas y hasta abril de este año el volumen supera las 3.000 toneladas.