Opinión

La imperiosa necesidad de innovar

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28 de mayo de 2020, 3:00 AM
28 de mayo de 2020, 3:00 AM

Por: Javier Urenda, productor de cerdos

Un país como el nuestro, con vocación agropecuaria y con todo el potencial para industrializar la producción del campo, no puede quedarse fuera del circuito de la innovación tecnológica disponible en la región, vale decir, maquinaria, sistemas de control y monitoreo, manejos de suelo y, lo más importante, la biotecnología en la agricultura.

Para los criadores de animales de granja, la implementación de eventos biotecnológicos en la agricultura boliviana favorecerá de sobremanera, ya que contaremos con una oferta importante de granos de muy buena calidad, ayudándonos así a estabilizar costos y poder competir en los mercados internacionales con mejor calidad de nuestras carnes.

Desde el punto de vista del agricultor, la implementación de la biotecnología reducirá sus costos de producción, hará un menor uso de herbicidas, fungicidas e insecticidas, y mejorará los rendimientos en sus cultivos. Todo esto le dará una mayor estabilidad económica para que pueda seguir invirtiendo y generando fuentes de empleos, favoreciendo así el crecimiento de la región y del país.

Es importante señalar que en los últimos 14 años Bolivia ha importado de manera legal alrededor de 400.000 toneladas de maíz transgénico, que han sido utilizadas para alimentar a los animales de establecimientos pecuarios a nivel nacional. Me pregunto ¿por qué no nos permiten producir a nosotros mismos este maíz para el consumo interno? Los productores porcinos necesitamos de una oferta sostenible de granos y sobre todo con la calidad suficiente para transformarlo en proteínas y darle un valor agregado.

Países vecinos como Brasil, Paraguay y Argentina han optado por el uso de la biotecnología y eso les ha permitido crecer económicamente y generar muchos empleos, produciendo de manera responsable y sostenible.

Este debate en Bolivia no es nuevo, data de hace muchos años atrás. Sin embargo, luego de la emisión del Decreto Supremo N° 4232 me queda claro que los discursos disidentes a la implementación de eventos transgénicos en el país tienen un tinte político e ideológico, que solo buscan limitar el crecimiento del sector productivo y del país en su conjunto.

Generemos las plataformas necesarias de comunicación y socialización del beneficio en el uso de biotecnología, pues esto permitirá que Bolivia no dependa solamente del sector extractivista. La gran diferencia radica en que la agropecuaria es renovable y sustentable en el tiempo, hagamos que sea el camino para que nuestros compatriotas tengan días mejores a través de la inmensa posibilidad de generar muchas divisas para nuestro país.

¡El mundo necesita alimentos y el campo es el futuro de nuestro país!

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