OpiniónOPINIÓN

Elecciones Nacionales, ¿Cuándo, cómo y por qué?

El Deber logo
30 de mayo de 2020, 3:00 AM
30 de mayo de 2020, 3:00 AM

Freddy Terrazas Sedlak. Lic. en Ing. Económica. MBA


Lo que todos nos preguntamos es, ¿cuándo serán las elecciones? Sobre todo, ahora que no solo los casos de coronavirus son los que se están incrementando, situación que da pie para que aparezcan muchos “entusiastas” que proponen que las elecciones se realicen lo antes posible. Sin embargo, antes de preguntarnos ¿cuándo?, deberíamos cuestionarnos, el cómo, y, antes, sería bueno tener claro ¿por qué o para qué queremos elecciones? La respuesta más obvia sería que necesitamos un Gobierno electo lo antes posible, pero ¿a qué precio?, ¿con qué nivel de legitimidad?. ¿Queremos acaso tropezar de nuevo con la misma piedra, después de todos los sacrificios realizados?

Por tanto, iremos de atrás para adelante con las preguntas, en este análisis sobre las futuras elecciones:

¿Por qué las queremos? Pienso que la mayoría de los bolivianos queremos que nuestro próximo Gobierno electo, tenga la fuerza de un Gobierno legítimo, que genere confianza y estabilidad. El nuevo Gobierno debe tener el capital social para realizar cambios que vayan de la mano con las nuevas tendencias mundiales, orientadas a buscar la prosperidad en el marco del bienestar social, libertad económica, protección del medio ambiente y participación ciudadana. El por qué queremos elecciones es la esencia, es el propósito que debe representar las aspiraciones que tenemos los bolivianos de tener un mejor país durante los próximos cinco años, donde se sienten las bases del progreso y la reconciliación.

¿Cómo? Tenemos la gran oportunidad de reconducir el camino y hacer las cosas bien. Es indispensable que el nuevo proceso eleccionario sea transparente y justo, para que tengamos una democracia estable que brinde oportunidades de progreso, y no un gobierno débil y resistido. Para ello debemos ser coherentes, tomar acción para corregir los vicios de las pasadas elecciones y conseguir que desaparezca el fantasma del fraude; pero fundamentalmente para que los ciudadanos nos sintamos legítimamente representados.

Para lograrlo, las siguientes tareas deben ser atendidas:

●    Cambiar la Ley de distribución de escaños parlamentarios. Es importante sostener los principios de igualdad en una nación, y el principal es un ciudadano un voto, sin discriminación alguna. En la actualidad el voto de una persona del campo cuenta en promedio casi tres veces más que el de la ciudad, para elegir a los representantes de la Cámara de Diputados.

●    Depurar el padrón electoral. No podemos entrar a un proceso electoral, del cual pretendemos salir fortalecidos, con un padrón que no es creíble, está sobredimensionado con relación al número de habitantes, y tiene antecedentes de haberse utilizado para gestar el fraude en la anterior elección.

●    Inscribir a los ciudadanos que cumplirán 18 años hasta el día de la elección.


¿Para cuándo? Es evidente que una reconfiguración casi total del proceso eleccionario es necesaria para obtener los resultados de transparencia y legitimidad que el pueblo espera, ir en contrasentido sería desperdiciar cinco años, con un Gobierno que sería electo, pero que tendría la debilidad de un gobierno de transición, con los peligros de desestabilización que aquello supone.

Para realizar las tareas mencionadas y poder cumplir con el propósito de llevar a cabo elecciones limpias y justas, en un ambiente de cierta seguridad sanitaria; y estabilidad económica y social, la fecha para nuevas elecciones debería ser, no antes de 180 días.

Eso sí, los pasos para preparar la elección deben empezar a darse ahora. El Gobierno, el Tribunal Electoral y el Parlamento deben tomar la responsabilidad de asumir el compromiso con Bolivia, para marcar la cancha de las elecciones, la cual deberá inspirar confianza, y ser un ejemplo de participación y transparencia.

“Más vale perder un minuto en la vida, que la vida en un minuto”






Tags