La campaña busca recaudar fondos para ayudar a que la organización pueda continuar con el trabajo que desarrollan con miles de familias a escala nacional

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30 de mayo de 2020, 13:40 PM
30 de mayo de 2020, 13:40 PM

Aldeas Infantiles SOS en Bolivia trabaja con más de 15.000 niñas y niños en situación de riesgo, colaborando a familias enteras a través de procesos a largo plazo que buscan brindar las herramientas y condiciones adecuadas para que los niños puedan crecer en entornos seguros, se garantice su salud y alimentación. 

Precisamente por eso, es que la organización busca seguir con sus labores y puso en pie "Un SOS por la niñez", una campaña de donaciones digitales para recaudar fondos y, así, seguir ayudando.

“La situación de las familias con las que trabajamos se ha complicado muchísimo durante la crisis, estamos haciendo distintos esfuerzos para seguir trabajando con ellas, hemos implementado distintas estrategias para mantener los procesos iniciados y poder brindarles apoyo específico para que su salud y alimentación esté garantizado”, asegura Guido Pecho, gerente de programa de Aldeas Infantiles SOS.

Según una nota de prensa de la organización, se está recibiendo aportes a través de una transferencia bancaria a la cuenta 0303004017 del Banco Bisa – a nombre ONG ALDEAS INFANTILES SOS BOLIVIA - NIT 1020347026. Para más consultas han habilitado los siguientes canales de comunicación: línea gratuita 800170077, whatsApp al 782-51176 y correo electrónico [email protected]

Sobre Aldeas Infantiles SOS
Aldeas Infantiles SOS, presente en Bolivia hace 50 años, es una organización internacional de ayuda a la infancia, sin ánimo de lucro, e independiente de toda orientación política.
Su misión es atender a niños y jóvenes que se encuentran en situación de vulnerabilidad, impulsando su desarrollo y autonomía mediante el acogimiento en entornos familiares protectores y el fortalecimiento de sus redes familiares, sociales y comunitarias.

Trabaja para fortalecer a las familias vulnerables, de modo que puedan atender adecuadamente a sus hijos; protege a los niños que se han visto privados del cuidado parental, a los que brinda un entorno familiar protector en el que puedan crecer sintiéndose queridos y respetados, y acompaña a los jóvenes en su proceso de maduración e independencia.