Este año, con esos tres hombres del MAS, además de Edmundo Novillo, tuvo 141 contactos, 119 llamadas salientes y 22 entrantes. También aparece en escena el exministro de Gobierno de Carlos Mesa y dirigente de Comunidad Ciudadana, Saúl Lara, además de otros dirigentes masistas cochabambinos

3 de junio de 2020, 6:19 AM
3 de junio de 2020, 6:19 AM

El desdoblamiento de llamadas del celular de Luis Fernando Humérez, conocido como el “testigo clave” en el caso de la compra con presunto sobreprecio de 170 respiradores españoles, destapó que entre enero y mayo de este año, tuvo 141 contactos, 119 salientes y 22 entrantes, con cuatro personajes claves del MAS: el expresidente Evo Morales; el exministro de Gobierno, Carlos Romero; el dirigente cocalero Andrónico Rodríguez y el exasambleísta y expresidente de la Cámara de Diputados, Edmundo Novillo, revelaron a EL DEBER fuentes de la investigación.

Según la información proporcionada, el exmandatario refugiado en Buenos Aires (Argentina), recibió 19 llamadas de Humérez, y Evo lo llamó en 10 ocasiones. De hecho, es el que más veces marcó al número del “testigo clave”.

Andrónico Rodríguez recibió 50 llamadas; Edmundo Novillo, 36, pero cada uno de ellos llamó tres veces a Humérez. 

Mientras, el exministro de Gobierno, Carlos Romero, recibió 14 llamadas y él llamo a Humérez, quien ahora también se encuentra en la cárcel de San Pedro, en seis ocasiones.

Saúl Lara, exministro de Gobierno durante la gestión de Carlos Mesa, quien también forma parte de la agrupación Comunidad Ciudadana, recibió 52 llamadas de Humérez y él lo llamó en 27 ocasiones.

Hay más dirigentes del MAS en la lista que tiene el equipo de investigación del 'caso respiradores'. Rímer Ágreda, presidente departamental de MAS-IPSP en Cochabamba, recibió 35 llamadas del "testigo clave" y él hizo siete, mientras que Orlando Zurita Rojas, otro alto dirigente del partido azul en Cochabamba, recibió 143 llamadas y él realizó una decena.

La fuente de la indagación, que pidió el anonimato, anunció que la investigación fiscal-policial, que por ahora se encuentra en reserva, convocará a las personas identificadas producto del desdoblamiento de llamadas telefónicas desde el celular de Humérez.


El "testigo clave" es un cochabambino que nació el 7 de diciembre de 1975, tiene 44 años y es hincha de Wilstermann. Inició su carrera dirigencial en el equipo aviador, cuando Orlando Jordán asumió la presidencia, en 2009. Posteriormente, en 2012, formó parte del directorio de Ángel Campero. Fue secretario general y también vicepresidente.

En noviembre de 2014, un problema interno en la ex Liga del Fútbol Profesional Boliviano, derivó en que Humérez asuma como el titular de la institución que regía el balompié nacional. “En este nuevo comité ejecutivo las cosas se van a manejar de manera transparente y dinámica”, expresó en ese entonces Humérez tras la toma de juramento. En agosto de 2015, renunció a su cargo porque fue apuntado por supuestos actos de corrupción.

Su cercanía con Evo Morales

Humérez, durante su gestión en la ex Liga, se reunió con el entonces presidente Evo Morales para exponerle sus planes y los problemas que presentaba este deporte.

“Se han tocado una serie de aspectos que hacen a la problemática de cada uno de los clubes que integran el fútbol boliviano, básicamente en temas económicos referidos al tema impositivo, la ausencia de un fomento sostenible a las divisiones inferiores y una serie de elementos que hacen a la vida cotidiana de los diferentes clubes”, dijo al salir de esa reunión

Después de cuatro años y alejado de la dirigencia del fútbol, Humérez se mostró públicamente apoyando la reelección de Morales como primer mandatario del Estado. 

“Este año vamos a tener dos retos: salir campeones (con Wilstermann) y la reelección del presidente Morales”, declaró Humérez a los medios, en septiembre de 2019, después de que los Gurkas –barrabrava de Wilstermann- lo proclamaran como candidato. Además, calificó como histórico el acto porque nunca antes una hinchada se había sumado a una candidatura.

Aparece en la compra de los respiradores

El exministro de Salud Marcelo Navajas, en su declaración informativa a la que tuvo acceso EL DEBER, reveló que las especificaciones técnicas para la adquisición de los 170 ventiladores pulmonares ya estaban en esa repartición estatal, y que le fueron entregadas por el director jurídico, Fernando Valenzuela.

Valenzuela fue el funcionario que quedó en el cargo de Director Jurídico del Ministerio de Salud, desde la gestión de la exministra Gabriela Montaño

En la investigación también se determinó que tuvo contactos con ella por WhatsApp, mientras trabajaba para los exministros Aníbal Cruz y Navajas, y que incluso tuvo una conversación telefónica de 16 minutos con la ex autoridad que está refugiada en Buenos Aires (Argentina).

Valenzuela fue identificado por Luis Fernando Humérez (“testigo clave”), en su declaración informativa ante la justicia, como la persona que vinculó al Ministerio de Salud con él y otros dos intermediarios.

Esos intermediarios, según su versión, fueron el abogado Wálter Zuleta (que fue defensor de Gabriela Zapata), quien a su vez se vinculó con Iñaqui García, representante de la empresa GPA Innova, que terminó vendiendo los respiradores al Ministerio de Salud.

“Hace tres semanas aproximadamente, hacemos la llamada tripartita entre Iñaqui, Zuleta y mi persona; y una vez aceptada la propuesta con el Ministerio de Salud, hago la consulta a Iñaqui y a Wálter Zuleta, sobre el precio de los respiradores a lo cual el señor Iñaqui me responde que el precio propuesto en Bolivia es de $us 20.000 y, seguidamente, Zuleta e Iñaqui, al considerar que es una empresa privada y que puede disponer de sus utilidades de la forma en la que ella quiera, me proponen poner un precio final de los respiradores de $us 26.000, de los cuales nuestros honorarios como gestores iban a ser de $us 2.000 por respirador y para cada persona, lo que vendría restando al precio final por respirador de $us 6.000. O sea que cada persona tendría que ganar aproximadamente $us 340.000”, afirmó Humérez.

Por esto, pasó de ser “testigo clave” a implicado en este caso. Humérez guarda detención preventiva en la cárcel de San Pedro, en La Paz. La investigación abre una serie de relaciones y contactos.