Suecia ha permitido que los ciudadanos decidan por sí mismos cómo comportarse en la pandemia de Covid-19. Eso indignó a algunos residentes extranjeros, que ahora planean alejarse del país tan pronto como puedan.

3 de junio de 2020, 6:50 AM
3 de junio de 2020, 6:50 AM

Eva Panarese creció en Italia. Su madre es sueca y siempre había soñado con emigrar a Suecia. Hace dos años se las arregló para hacer la mudanza.

Panarese, su esposo e hijos se instalaron felizmente en su nueva vida sueca. Pero como a muchos otros, la pandemia de coronavirus les cambió la vida una vez que se extendió por Europa.

Después de regresar a Suecia de un viaje de trabajo en Italia, en febrero, su hijo y su esposo se enfermaron. "Me sorprendió mucho el tratamiento en el hospital, sin máscaras ni nada. Incluso es posible que hayamos llevado el virus al hospital", dice ella. Resultó que tenían neumonía. Su hijo se recuperó rápidamente, pero su esposo siguió enfermo.

Para proteger a sus hijos de un posible contagio de Covid-19, decidió mantenerlos en casa. Pero la escuela se opuso. Panarese comenzó a recibir llamadas y cartas de las autoridades.

"No les importa si tienes a una persona en riesgo en casa. Si tu hijo está sano, entonces tienen que ir a la escuela", dice ella.

No enviar a un niño sano a la escuela es ilegal en Suecia, pero los directores de cada escuela tienen la facultad de decidir autónomamente si un niño puede quedarse en casa. La prensa sueca ha informado de escuelas y consejos locales que amenazan a los padres que mantienen a sus hijos en casa con multas, llamadas a servicios sociales o emitiendo calificaciones reprobatorias.

Esta situación ha llevado a Panarese a decidir alejarse del país de sus sueños. "Mantendré mi trabajo en Suecia y me mudaré a Dinamarca, que está a 30 minutos en auto. Ahí, las politicas son más sensibles en lo que respecta a las familias en riesgo".

Si bien la mayoría de los países han optado por medidas de confinamiento para evitar la propagación del coronavirus, Suecia ha tomado una ruta diferente, relajando el distanciamiento social, dejando abiertas las escuelas, restaurantes y bares, y pidiendo a los ciudadanos que actúen de manera responsable. La estrategia sueca ha suscitado elogios y condenas, tanto en el país como en el extranjero.

Sentimientos encontrados

Al igual que Panarese, las personas que sienten que han sido afectadas negativamente por la política de Suecia, o que preferirían que el país tomara un rumbo diferente, han comenzado a pensar e emigrar una vez que la pandemia haya terminado.

"Las secuelas de la pandemia incluirán una fuga de talento inmigrante", predice Emanuelle Floquet, gerente de proyectos del grupo de expertos sueco Working for Change Matters, que se centra en la diversidad cultural en los negocios.

"Muchos también están perdiendo empleos y estarán aún más al final de la lista de prioridades, muy por detrás de los suecos", dice el especialista.

Floquet ha visto dos tendencias en el monitoreo de grupos de inmigrantes en Facebook: personas que apoyan firmemente la estrategia sueca y personas que quieren irse. En una encuesta informal, en un grupo privado de Facebook, 350 residentes extranjeros indicaron que planeaban mudarse o estaban en proceso de hacerlo, dijo Floquet.

¿Deportación oculta?

El gobierno prevé que el desempleo alcanzará el 9 por ciento este año, la tasa más alta en más de 20 años. Esto significaría que medio millón de los 6,4 millones de personas en edad laboral en Suecia estarían desempleados para fines de 2020. Mientras tanto, los extranjeros que tienen un permiso de trabajo deben encontrar un nuevo empleador dentro de los tres meses si pierden sus empleos, de acuerdo con la ley sueca.

Pero encontrar trabajo dentro de ese período de gracia puede no ser suficiente para garantizar que un residente extranjero pueda quedarse. Una inmigrante nigeriana, profesionista altamente calificada que no desea ver su nombre publicado, dijo a DW que recientemente recibió una notificación de deportación, a pesar de haber conseguido un nuevo empleo dentro del plazo estipulado.

Las autoridades de migración argumentan que la vacante no había sido anunciada por el Servicio Público de Empleo de Suecia, sino a través de la red profesional LinkedIn. Ahora, la entrevistada no está segura de si debe irse o no. Regresar a Nigeria tampoco es una opción clara, ya que el espacio aéreo nigeriano está cerrado.

El director de la agencia de migración de Suecia declaró en abril que los trabajadores extranjeros y los solicitantes de asilo que han perdido sus empleos también podrían perder sus permisos de trabajo sin una nueva legislación. Otros países de la UE, como Francia, han extendido automáticamente todos los permisos durante seis meses.

"No sé si el talento se irá de Suecia debido al manejo del coronavirus. Pero las autoridades sí han dicho claramente lo que sucederá sin una nueva legislación", dice Matt Kritteman, un experto en migración de la Fundación Diversify, que trabaja por los derechos de los trabajadores inmigranes en Suecia.

El costo de las críticas

Para la epidemióloga belga Nele Brusselaers, la tardanza es demasiada. Ella planea mudarse luego de haber vivido ocho años en Suecia.

Brusselaers, que trabaja para el prestigioso Instituto Karolinska, ha sido una de las oponentes más visibles de la estrategia de Suecia, y ha descubierto que ser una voz crítica implica un alto costo. "Me acosan y me insultan porque me preocupa la seguridad de mis alumnos, amigos, colegas, y sus familias", escribió en un correo electrónico.

Ella cree que la confianza que muchos residentes extranjeros tenían en Suecia se ha disuelto, quizá de manera irreparable.

"Todas las escuelas de todo el mundo se preocupan por la seguridad de sus maestros y alumnos ... excepto en Suecia. Todos los hospitales o centros de atención se preocupan por la salud y seguridad de sus trabajadores de salud, pacientes y residentes, excepto en Suecia. Nadie se responsabiliza, y a nadie parece importarle ".