Desde actos cívicos vía virtual, hasta videos con flores y tarjetas son utilizados para expresar el aprecio de los estudiantes por sus maestros

El Deber logo
6 de junio de 2020, 8:22 AM
6 de junio de 2020, 8:22 AM

“A mi maestro querido, que me da su ciencia, con todo cariño y cuidado, y con infinita paciencia. ¡Feliz Día del Maestro!”, declama, levantando los brazos con euforia al final, el niño Mateo Benjamín Ágreda, como felicitación para todos los profesores del colegio Isabel Saavedra. En esa unidad educativa, a pesar de la cuarentena que tiene distanciados físicamente a los docentes de los alumnos, se ingenió un acto cívico virtual, promovido por las profesoras Lizeth Cruz y Selene Sosa para que los estudiantes puedan expresar sus sentimientos a sus ‘profes’.

En la jornada de ayer, los maestros tuvieron su ‘agasajo virtual’ en una sesión a través de la aplicación Zoom que utilizan para sus clases. Ahí se invitó a los alumnos que iban a declamar, cantar y expresarles su cariño a través del arte, como el de una alumna que les dedicó su interpretación en órgano electrónico del tema ‘Quiero tener un millón de amigos’ del cantante brasileño Roberto Carlos.

Similar iniciativa se dio en el colegio Británico, donde los estudiantes de primero de primaria sorprendieron a su maestra cantándole en coro, y acompañados por los acordes de la guitarra del profesor de música: “Entonemos un himno de gloria/ cual se canta una marcha triunfal/ en honor al maestro que enseña/ el camino de fe y de bondad”. Los niños también le hicieron llegar a su maestra un desayuno y las tarjetas elaboradas por ellos mismos, explicó Morena Hernández, una madre de familia que participó de los preparativos.

Videos ayudan, pero se extraña el contacto personal

“Los mensajes nos hicieron llorar”, dice la profesora de inglés Roxana Evangelina Zúñiga, del colegio San Felipe, de la Pampa de la Isla. “Los estudiantes nos enviaron videos con sus mensajes de cariño, pero muchos expresaban que extrañan estar juntos; esperan que todo esto pase y podamos volver a estar en el aula”, comenta la ‘teacher’.

En los vídeos, los niños recitan, cantan, bailan para sus profesores, como lo estuvieran haciendo en los escenarios o los patios de sus escuelas si no fuera por el nuevo virus, que el año pasado apareció en la ciudad china de Wuhan.

El internet lento, la falta de megas (crédito) de algunos para mantenerse en conexión, los teléfonos que se descargan rápido, son algunas peripecias con las que se conviven en las clases virtuales. “O un gato que se cruza por la cámara, un perro que ladra, un bebé que llora, son anécdotas que se ven en las clases virtuales y de las que los docentes no estamos exentos”, dice Zúñiga.

Todo eso se da en un escenario en que los docentes también deben organizarse porque son maestros, pero también padres que deben asistir a sus hijos, cocinar, limpiar la casa, debido a que el trabajo se mudó a su sala o a la mesa de su comedor. “Cada uno sabe lo que le pasa detrás de cámaras, como en las películas, dice y ríe.

Y hay otros alumnos para quienes hasta mandar un vídeo significa un gasto que no pueden permitirse y apelan a mensajes y artes de WhatsApp para expresar su aprecio por sus profesores. “Muchos alumnos que no tienen megas para poder pasar una clase por Zoom, y de por sí hacen un esfuerzo muy grande al poder envíar sus tareas por WhatsApp, por lo que recibir un mensaje de ellos es gratificante porque vienen cargados de  cariños y gran esfuerzo, indica la docente Sarita Huebe, que trabaja en un colegio fiscal nocturno. 

Allí, explicó, la mayoría de los estudiantes, durante el día, trabaja en diversas áreas como soldadura, obreros, técnicos y otras, hasta como cargadores o cuidadores de autos y son ellos mismos quienes deben proveerse de todas sus necesidades, desde donde vivir, hasta qué comer, por lo que su acceso a Internet es limitado.

En el colegio Don Bosco, los estudiantes también optaron por una felicitación virtual, a través de vídeos enviados por WhatsApp. La iniciativa consistió en que cada estudiante enviaba un mensaje breve y luego se editaba uniendo todos, añadiendo efectos visuales y música para enviarlos a sus docentes.

Los vídeos son algo práctico para hacer 'llegar' a los maestros, las flores y las tarjetas elaboradas por los propios estudiantes. 

‘Cafecito virtual’

Así se ha festejado en la víspera del Día del Maestro en algunos colegios de Santa Cruz y se lo seguirá haciendo hoy. En el colegio Isabel Saavedra, además, luego del peculiar agasajo, como una forma de confraternizar y sentirse unidos, más aún en su día, el plantel docente compartió un ‘cafecito virtual’, persiguiendo la búsqueda de sentir lo que hasta unos meses era la ‘normalidad’ en la sala de maestros, mientras esperan ese timbre que el virus ha puesto en ‘pausa’, vuelva a sonar para entrar a las aulas tras sus alumnos.

En el ‘cafecito virtual’, la profesora de primaria Eneida Sejas dedica a sus colegas una poesía para calentar y alegrar sus corazones en su celebración entre las bajas temperaturas y el distanciamiento físico: “Esta época es propicia, queridas maestras/ para compartir momentos especiales/ compartiendo con nuestras familias / mientras dictamos clases virtuales”.