El organismo observa que, junto con Colombia y Ecuador, el país está altamente expuesto a la caída de los precios del petróleo. Este año la economía cerrará con un crecimiento negativo del -5,9%

9 de junio de 2020, 13:08 PM
9 de junio de 2020, 13:08 PM

Poco optimistas son las previsiones del Banco Mundial para Bolivia tanto para el 2020 como para el 2021. Para este año el organismo internacional prevé una caída del Producto Interno Bruto (PIB) del - 5,9% y una leve recuperación de la economía con solo un  2,2% para el próximo año.

Las previsiones son muy negativas, dado que, si bien para el próximo año se anticipa un crecimiento, la recuperación en la región, y en especial de Bolivia, tardará un par de años, según la conferencia virtual en la que participó EL DEBER.

Bolivia, junto con Perú, según el organismo, cuenta con el índice de mayor informalidad  de la región y será sumamente difícil buscar una solución rápida a la crisis. Además, junto con Ecuador y Colombia, son países altamente expuestos a la caída de los precios del petróleo y del gas natural.

A raíz de las graves distorsiones a la oferta y la demanda internas del comercio y las finanzas, se prevé que la actividad económica de los países con economías avanzadas se contraerá hasta un 7% en 2020.

En lo concerniente a economías vecinas como las de Argentina, se indica que caerá este año un -7,3%. En Brasil, la tasa de crecimiento se desplomará en un -8%. Mientras que la de Chile llegará a un -4,3%. Paraguay registrará una leve caída del -2% y Perú un -12%. En síntesis, será un año nefasto para la región.

Esta será una recesión mucho más profunda que las que ocurrieron durante la crisis financiera mundial de 2008-2009 y la década de 1980 en América Latina. Crisis de la deuda de los Estados Unidos.

La perspectiva supone que la actividad económica caerá a su punto más bajo en el segundo trimestre del año, cuando las medidas de mitigación estén en sus niveles más altos.

Se prevé que América Latina tenga una tasa negativa deL 7,2%, la más alta en 60 años.

Bajo este escenario, una normalización de las condiciones domésticas y globales permitiría que el crecimiento regional se recupere al 2,8% en 2021.  

Por otro lado, se espera que los mercados emergentes y las economías en desarrollo se contraigan un 2,5 % este año, su primera contracción como grupo en al menos 60 años. La disminución prevista en los ingresos per cápita, de un 3,6%, empujará a millones de personas a la pobreza extrema este año.