La automedicación puede poner en riesgo tu salud

La automedicación hace referencia a la toma de medicamentos por iniciativa propia sin previo reconocimiento médico, ni en el diagnóstico de la enfermedad, ni en la prescripción o seguimiento del tratamiento. Puede ser conveniente si se utiliza para tratar síntomas menores como el dolor, la fiebre, diarrea, el resfriado, etc.

Consecuencias

Para el doctor Douglas Villarroel la automedicación es un tema que siempre ha estado presente en nuestra sociedad, es un problema se salud pública. “La gente está acostumbrada a tomar algo que antes le ha dado el médico o le recomendó un familiar y le hizo, pero no se dan cuenta que cada ser humano es diferente”, manifestó el especialista.

Los problemas de la automedicación se dan cuando no solo se medica con remedios, así como aspirinas, sino también con los que son para enfermedades crónicas, por ejemplo: hipertensión arterial, para el asma, que son medicinas que pueden causar efectos secundarios graves si no se da la dosis adecuada.

Villarroel explicó que las consecuencias de una automedicación irresponsable pueden ser: la aparición de toxicidad: efectos secundarios, reacciones adversas y, en algún caso, intoxicación. Falta de efectividad, porque se hace uso de ellos en situaciones que no son necesarios. Dependencia o adicción a los medicamentos. Enmascaramiento de procesos clínicos graves y consecuentemente retraso en el diagnóstico y tratamiento. Interacciones con otros medicamentos o alimentos que la persona esté tomando, y por último puede haber una potenciación o disminución del efecto del medicamento.

Para la doctora Coral Cristaldo, especialista en medicina interna de la Clínica Foianini, la automedicación es muy peligrosa porque todo medicamento tiene efectos secundarios e interacciones que deben ser analizados antes de indicarlo. Para recetar un medicamento hay que definir primero si es apropiado para la enfermedad que se lo esté usando y evaluar si el paciente tiene algún problema previo, enfermedad o condición fisiológica que lo contradique.

“En un paciente hipertenso no deben usarse medicamentos antigripales, porque empeoran su hipertensión, una embarazada no debe consumir metotrexato, aunque ese medicamento esté indicado si tiene artritis reumatoidea y un enfermo renal no debe usar ibuprofeno ni diclofenaco por no aumentar su falla renal”, señaló como ejemplos.

Antes de automedicarse hay que considerar las enfermedades de base. Si una persona tiene Chagas con afectación de su ritmo cardiaco y toma medicamentos como el atenolol, que bajan la frecuencia cardiaca, pueden presentar desmayo, un accidente vascular cerebral o la muerte. Por otro lado, los pacientes con más riesgos al automedicarse serían los que sufren de alguna enfermedad conocida, los que tomen medicación en forma continua y los que tengan importantes variaciones en el peso normal que deberían tener.

Falta atención

El doctor Freddy Zeballos Ferrel, presidente del Colegio de Bioquímica y Farmacia de Santa Cruz, apunta a las publicidades y la oferta libre de medicamentos, ya sea en la TV o en las redes sociales, como detonantes de la automedicación. “La población pregunta por lo que está saliendo en la TV, pero la persona no sabe las contraindicaciones, los riesgos y muchas veces ni siquiera pregunta al personal farmacéutico sobre la función del medicamento”, dijo Zeballos.

El doctor dice que junto a sus colegas vienen luchando y haciendo denuncias hace años para que la Ley del Medicamento 1737 se aplique. Esta ley establece entre otras cosas que los medicamentos solo pueden ser prescritos por médicos y odontólogos habilitados para el ejercicio profesional y matriculados por el Ministerio de Salud.

Zeballos insiste sobre todo en que los medicamentos de venta libre deben ofrecerse en lugares legalmente establecidos como las farmacias que tienen profesionales orientan al cliente, como lo señala el artículo 39 de esta ley, y no en cualquier “tiendita”.

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