Muchas personas piden que vuelva con su familia en Oruro. Los expertos afirman es un acierto haberlo rescatado

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20 de junio de 2020, 16:57 PM
20 de junio de 2020, 16:57 PM

Con el hashtag #LiberenAAntonio, cientos de personas, que se declaran animalistas, llevan adelante una fuerte campaña para que el zorro Antonio sea devuelto a su hogar donde se crió desde cachorro: en el seno de la familia Velasco, en la ciudad de Oruro.

Empero, ese pedido se torna de difícil cumplimiento, puesto que autoridades nacionales de medioambiente se sujetan a la ley 1333, la cual señala que ningún animal silvestre puede ser tenido como mascota. Todos los animales silvestres se encuentran protegidos en el Estado boliviano y, según el artículo 383 de la Constitución Política del Estado, su tenencia, manejo y tráfico ilegal, deben ser sancionados penalmente.

Antonio, como lo bautizaron sus amos, fue decomisado el pasado miércoles por la Policía Forestal y Preservación del Medioambiente (Pofoma). Estuvo unas horas en el zoológico de Oruro, donde no había condiciones para su estadía y, el viernes, fue trasladado al Bioparque Vesty Pakos de la ciudad de La Paz, un centro de custodia de fauna silvestre legalmente establecido que cuenta con una certificación internacional y con las condiciones más apropiadas para alojar a este animal de tierras altas.

Las imágenes y videos del zorrito, de ocho meses, que guardaban sus dueños, se hicieron virales en las redes sociales. También se difundieron tomas de este en una estrecha jaula, donde saltaba sin cesar aquí y allá en busca de una salida hacia la libertad.

Las primeras tomas enternecieron a los internautas y las segundas, causaron rechazo por el sufrimiento que el encierro ocasionaba a la mascota. Por ese motivo, exigían que el animalito retorne al hogar donde fue criado desde pequeño como un miembro más de la familia.

Muchos asiduos a las redes sociales, sobre todo en Oruro, lanzaron una campaña mediante internet denominada “Liberen a Antonio, el zorrito, queremos que vuelva con su familia”, con la que se propusieron conseguir 15.000 firmas. Hasta jueves ya habían conseguido 14.260.

Un funcionario que participó en el rescate del animal está convencido de que el alejamiento del zorro andino de los humanos es la mejor decisión por varios motivos. En el tema de salud, apuntó que, si bien a simple vista parece saludable, Antonio mostraba señales de algunos males.

El experto indicó que arrastraba la cola en el piso, lo cual quiere decir que probablemente tenga una carga parasitaria tal vez transmitida por los perros con los que convivió.

Se notó cierto grado de alopecia; es decir, tenía pérdida de pelo por manchas por un posible contagio de hongos en la piel, por contactos con animales domésticos o una inadecuada alimentación, que no le ha permitido al animal resistir al contagio.

“En las pruebas que le van a realizar la próxima semana en La Paz, van a saltar muchas otras cosas seguramente. Ojalá no salten cosas muy delicadas e irreversibles, como el moquillo de los perros”, rogó el funcionario.

Otro punto que juega a favor de su traslado, es que, en la adultez, a la que Antonio llegará pronto –ahora tiene ocho meses- se convertirá en un peligro para las personas, puesto que se activará hormonalmente y tendrá una manifestación de agresividad instintiva.

“Supóngase que se tope en ese estado con un niño o un perro, será un peligro. Cuando entran en celo, los animales manifiestan su instinto, y en ese punto será difícil que sus amos lo traten amablemente después de un ataque o una mordida a un niño”, manifestó el experto.

Puede ser un mal precedente

Una autoridad medioambiental, que prefirió el anonimato, sostuvo que no se permitirá que el zorro continúe viviendo con la familia Velasco, puesto que las imágenes difundidas humanizando a un animal silvestre, o haciéndolo interactuar con animales domésticos, daría a entender que cualquier persona puede comprar un animal silvestre para mascota, lo cual sería catastrófico para muchas especies en peligro de extinción.

El tráfico de mascotas pone en peligro las especies

Según esta autoridad, en Bolivia se han hecho dos estudios respecto a la tenencia de animales silvestres. Ambos se hicieron en Santa Cruz. Uno lo hizo la World Wildlife Fund y el otro, el Museo de Historia Natural.

Estos estudios reflejan que entre el 28% y 32% de los hogares de Santa Cruz ciudad tienen o tuvieron animales silvestres como mascotas. Asimismo, se sabe que solo el 10% de la fauna capturada por traficantes es interceptada por Pofoma, lo que significa que el 90% es sacado de su hábitat por el incentivo del 'mascotismo'.

“Según datos de la Gobernación de Santa Cruz, entre los años 2013 y 2019, se rescataron 8.000 animales silvestres y, por lo menos, 80.000 fueron traficados para venderlos como mascotas en el consumo local, porque también hay un consumo que demandan en el exterior”, dijo la autoridad.

La familia tiene una opción

La familia Velasco tiene una chance de volver a tener a Antonio, pero debe cumplir varios requisitos exigidos en el reglamento para la custodia responsable de fauna silvestre, vigente desde 2017.

El artículo 21 de dicho reglamento, sobre custodia por parte de personas particulares, señala que de manera extraordinaria y sin perjuicio de la aplicación del régimen sancionador aplicable, se podrá autorizar la custodia de fauna silvestre a personas particulares, lo que bajo ningún concepto podrán entenderse como la otorgación de algún derecho propietario sobre los mismos.

La norma indica que la autorización de custodia de fauna silvestre a personas particulares, deber ser considerada como una medida extraordinaria, que puede ser implementada solo por una vez en la jurisdicción de determinados municipios, a objeto de asegurar la conservación y protección del patrimonio natural del pueblo boliviano que, por diferentes circunstancias se encuentra en posesión de personas particulares y no pueden ser albergados por los centros especiales.

La familia debe realizar un trámite, demostrando que está dispuesta a que el animal pueda estar con ellos, pero cumpliendo parámetros técnicos que aseguren su salud y bienestar.

“Sin embargo, ninguno de esos parámetros contempla de que el animal pueda seguir interactuando con perros, con gatos, con niños, porque es peligroso para ambas partes”, aseguró el experto.

Brian Ajuacho, joven con el que Antonio hasta dormía en la misma cama, dijo que no se rendirá y hará los trámites necesarios para que se lo devuelvan, porque considera que en ningún lugar estará más feliz que con ellos.

Ojalá se hiciera una excepción, porque si lo liberan, seguro que lo matan. Sabemos muy bien que está prohibido tener animalitos silvestres, pero nosotros le hemos salvado la vida de Antonio, somos la única manada que conoce”, dijo otro miembro de la familia Velasco.

Aislamiento temporal

El Ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMAyA), a través de la Dirección General de Biodiversidad y Áreas Protegidas, informó de que el proceso por el que pasará el zorro andino en dicho recinto, empezará con una cuarentena, en al que se evaluará su estado de salud física y sicológica y pasará por un proceso de readecuación alimenticia acorde a su especie para adaptarse a su nuevo ambiente de resguardo.

El zorro andino (Lycalopex culpaeus) es uno de las seis especies de cánidos con las que cuenta Bolivia; tiene una amplia distribución en el país, está presente en los bosques amazónicos sub-andinos, bosques de montaña, bosques secos y zonas de puna seca. Sus principales amenazas son la caza y la captura de individuos para 'mascotismo'.