Las ventas de los negocios gastronómicos a través del delivery alcanzan a un 15 y hasta un 30% de las transacciones totales que registraban antes de la cuarentena. La aceptación del servicio va en aumento

30 de junio de 2020, 10:00 AM
30 de junio de 2020, 10:00 AM

La necesidad es la fuerza motriz que permite adaptarse a los cambios. Justamente esa premisa es la que hizo que algunos restaurantes en Santa Cruz de la Sierra implementen sus propios servicios de entrega para llegar a sus clientes y extender su alcance en la cuarentena, aunque sus ventas solo alcancen hasta un 30% de las operaciones en condiciones normales.

Un ejemplo de ello es 1987 Rodizio. La implementación del delivery fue una necesidad para el negocio, según su gerente propietario Fabio Paniagua. Además, tuvo que crear un menú innovador que se ajuste a las necesidades actuales del mercado.

De igual manera, El Arriero puso en funcionamiento una opción de reparto para sus productos. Esto, debido a la saturación que registran en algunas ocasiones los servicios de delivery con los que trabaja. En cuanto al menú que oferta, es una versión reducida al que disponía mediante entrega antes de la cuarentena.

El confinamiento no solo hizo que algunos restaurantes implementen su servicio de entrega, sino que ha potenciado el de los negocios que ya lo disponían. Este es el caso de Factory Grill&Bar.

Sergio Arenas, uno de los socios de la firma, explicó que hace dos años pusieron en marcha su delivery para adaptarse a los nuevos patrones de consumo, especialmente para sus clientes más jóvenes. Esa experiencia le ha servido para poder habituarse de una mejor manera a la nueva realidad y ejecutar todas sus operaciones a través del servicio de reparto.

El menú que el negocio oferta es el de su marca Xpress by Factory, fundamentalmente hamburguesas premium, alitas de pollo y sándwiches tipo americano. Adicionalmente, dispone del menú de Chicken& Co. by Factory, que consiste en cerdo a la caja china, pollo rostizado y frito.

Tanto 1987 Rodizio, como El Arriero y Factory Grill&Bar también trabajan con servicios de delivery externos, ya que sus responsables consideran que no es incompatible con los suyos.

Impacto positivo, pero corto

Si bien el servicio de entrega ha permitido operar con cierta normalidad a los restaurantes durante la cuarentena, los ingresos que generan no representan ni la mitad de lo que registraban antes de la pandemia.

En el caso de 1987 Rodizio, despacha al día (entre semana) entre 50 y 80 platos y los domingos hasta 200. El negocio, según Paniagua, registra una curva de crecimiento en este tipo de operaciones. Sin embargo; aún no llega a cubrir lo que realmente cuesta mantener un restaurante de las características de un rodizio (alquiler, personal y servicios).

Entretanto, en El Arriero, las ventas a través de delivery representan entre un 15 y 20% de las ventas normales que se realizaban antes del confinamiento. No obstante, son un aliciente para mantener en funcionamiento el negocio y que los empleados conserven su fuente laboral.

En Factory Grill&Bar ocurre una situación singular, según Arenas. Y es que, a pesar de que los pedidos se han duplicado, con respecto a antes de la cuarentena, esas operaciones no representan más del 30% de las ventas regulares. Para el empresario, este hecho muestra la gravedad del momento por el que están atravesando las firmas del sector gastronómico, que en la mayoría de los casos reducirán, en las próximas semanas, sus operaciones drásticamente, o en algunos casos, permanentemente. Esto, si es que el Gobierno nacional no pone en marcha medidas de alivio que pasen por una fuerte inyección de capital de trabajo.

Un aliado estratégico

A decir de Daniel Pérez, socio de Luz, Cámara, Burger, los servicios de delivery ayudan en varios aspectos: facilitan las entregas y generan fuentes de empleo.

En cuanto a la aceptación del servicio, Pérez señala que la confianza de los consumidores ha ido en aumento hacia esta alternativa de venta de los negocios gastronómicos. En su caso, atiende unos 30 pedidos al día.

Para acceder a este servicio, de acuerdo con actores del sector, las empresas deben suscribirse cumpliendo ciertos requisitos. Las plataformas tienen sus propias tarifas, por eso es que el costo del envío de algunos productos varía de una a otra, además la distancia de la entrega incide en el precio que cobran por entrega. Asimismo, los negocios deben realizar un pago en base al porcentaje de ventas que alcancen.

Al respecto, Juan Pablo Salinas, gerente de Patio Service, manifestó que normalmente los restaurantes buscan su servicio porque les facilita la entrega de sus productos y porque tiene un costo menor al que se requiere para mantener una logística propia.

“Nos caracterizamos por cobrar comisiones razonables. Los restaurantes deberían, si deciden tener su propio servicio de reparto, buscar aliados estratégicos que le ayuden a vender más, con comisiones justas. Nosotros somos un canal adicional que ya cuenta con más de 200.000 descargas de la app y una red de reparto eficiente”, sostuvo Salinas.

Además, la firma tiene Hola Patio, un ecommerce integrado a sus motos para que los restaurantes ofrezcan su propio delivery.