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Gobierno para todos y el momento de la unidad

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2 de julio de 2020, 3:00 AM
2 de julio de 2020, 3:00 AM

Fernando Crespo Lijeron - Vecino de Porongo

Con respecto al carácter de los gobernantes, la gran pregunta para todo efecto y todo momento debería ser: ¿Existe la verdadera voluntad de gobernar para todos los bolivianos o solo para un grupo social a la cual supuestamente representan?

Sin ninguna duda no puede haber paz social si cada día que pasa se promueve la confrontación y en lugar de unir a todos los bolivianos, se alienta constantemente el odio y la venganza. Aclarando que esta práctica dañina no es privativa solo de los actuales administradores del Estado.

Es importante recordarles a las autoridades de Gobierno en ejercicio y algunos líderes políticos y de opinión, que el Movimiento al Socialismo no es solo el grupo dirigencial que, como se ha mencionado reiteradas veces, es responsable de los graves errores cometidos en la gestión de gobierno pasado, que han ensombrecido y restado valor a las buenas medidas que se tomaron en favor de todos los ciudadanos; el MAS representa y tiene seguidores en un porcentaje de la población de nuestro país, entre los que se cuentan principalmente obreros, indígenas y campesinos; por lo que no es correcto adoptar las actitudes sectarias que pretenden desconocerlos y no incluirlos en el conjunto de la ciudadanía.

La solución a esta muy grave situación en la que nos encontramos es impensable sino se promueve y se establece un pacto social de gran alcance, que, al margen de intereses sectarios, de egoísmos y soberbia, comprometa a absolutamente todos los sectores sociales de la población boliviana sin exclusión alguna. 

Es evidente que en el proceso electoral que estamos viviendo, es muy difícil creer e iluso pensar que las diferentes fuerzas políticas se van a "repartir flores", pero si es posible esperar que por esta única vez actúen pensando como verdaderos patriotas. En esta campaña preelectoral deberá prevalecer más que nunca la actuación de las diferentes candidaturas presidenciales con planes de gobierno y propuestas serias, muy creativas e innovadoras, a la altura de los grandes desafíos que se avecinan y no en la práctica de la guerra sucia e insana a la que nos tienen acostumbrados.

El gobierno transitorio deberá cumplir con su compromiso inicial, asegurar que estas sean las elecciones más limpias y transparentes de la historia, garantizar un escenario donde todas las tiendas políticas tengan las mismas condiciones y oportunidades. La señora Añez como presidenta y candidata a la vez, naturalmente deberá demostrar fehacientemente su propósito de no usar recursos del Estado para favorecer su candidatura.

Una vez tengamos los resultados de esta contienda electoral, se espera que el frente ganador tenga la capacidad de convocar a "moros y cristianos" a trabajar juntos por el bien de la Patria en estos aciagos momentos, creando espacios extraordinarios de convergencia político y social.

Pueden pensar muchos que este es un sueño irrealizable, que es solo una quimera, pero si tengo la absoluta certeza que, de no cumplirse, será más difícil por no decir imposible superar esta crisis sanitaria y económica sin precedentes.


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