El gobierno rechaza utilizar veto que beneficiaría a alcaldes y parlamentarios

3 de julio de 2020, 18:44 PM
3 de julio de 2020, 18:44 PM

A pocas horas de que se venciera el plazo para presentar un veto al proyecto que limita la reelección de parlamentarios y autoridades el gobierno optó por desechar esta opción y promulgar la iniciativa. Así lo informó desde La Moneda el Presidente Sebastián Piñera.

Hace exactamente un mes el Congreso despachó la iniciativa -tras 14 años de tramitación- que dejó una serie de flancos abiertos, como lo fue el caso de los alcaldes, esto debido a que su proceso eleccionario ya había iniciado y la nueva ley afectaba a más de 90 jefes comunales quienes se verán impedidos de ser reelegidos.

De hecho dicha situación abrió el debate en Chile Vamos respecto a la posibilidad de que se pudieran presentar proyectos o que el gobierno impulsara un veto para buscar una solución al tema de los alcaldes, lo que finalmente no prospero.

Esta jornada La Tercera adelantó que el Ejecutivo iba finalmente a desechar la opción de un veto a este proyecto debido a que no había consenso al interior de los partidos oficialistas. Lo que hacía inviable impulsar dicha herramienta porque significaría un traspié para el gobierno en el Congreso.

En el caso de los parlamentarios, la nueva ley significará que 37 diputados y 13 senadores no podrán repostular a sus escaños en las próximas dos elecciones parlamentarias. Esto porque cumplirán con el límite de dos periodos para los senadores y tres para los diputados que establece la ley.

Al realizar la ceremonia de promulgación, el presidente Piñera comenzó su discurso señalando que “la limitación de las reelecciones indefinidas de alcaldes, diputados, senadores, contribuye al perfeccionamiento de nuestra democracia”.

Agregó que esta ley “interpreta y da una respuesta a una amplia y profunda demanda de los ciudadanos por mayor renovación, participación y transparencia de nuestra democracia”.

El mandatario sostuvo, además, que “todos sabemos que hemos observado un deterioro en la calidad de la política, un debilitamiento de nuestras instituciones fundamentales y un distanciamiento de los ciudadanos con nuestra política y eso no es una buena noticia”. (La Tercera)