Opinión

Cara a cara

4 de julio de 2020, 3:00 AM
4 de julio de 2020, 3:00 AM

Otro país latinoamericano ingresa al “top ten” de los mayores Estados contagiados. Lamentablemente ayer México desplazó a Irán y a Italia y se colocó en el octavo puesto mundial, con al menos 245.250 infectados, detrás de Reino Unido, el de mayor cantidad de muertos de Europa. Brasil continúa enterrando sus muertos y llenando hospitales, clínicas y centros médicos de enfermos. Ayer sumó 1.543.341 personas contagiadas. Sin embargo, una investigación afirma que ya son 8 millones de ciudadanos con coronavirus. Perú y Chile en sexto y séptimo lugar del ranking mundial respectivamente sufren cifras importantes y dolorosas, lo que lleva al continente americano a superar ampliamente al europeo que nos tenía horrorizados hace dos meses. Hoy los huesos del desastre se metieron en nuestras calles y está difícil sacarlos. Con buenas razones ayer el director de emergencias sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Mike Ryan llamaba a los países a reflexionar: "Ya es hora de que los países miren las cifras. Por favor, no ignoren lo que les dicen los números. La gente debe despertar. Las cifras no mienten y la situación en el terreno no miente. Debemos parar este virus ahora". Un grito desesperado que no todos, lamentablemente, quieren oír.

El 29 de junio quedará en la historia de este trágico 2020. Es que uno de los grupos artísticos más importantes de la historia circense del mundo quebró. El Circo del Sol, no solo debió suspender 44 espectáculos por el mundo, sino que se vio obligado a despedir a 3.480 trabajadores (su plantilla es de 4.680 personas) tras una pesada deuda de más de 1.000 millones verdes. El ambicioso y majestuoso proyecto, nacido hace 36 años, se debió acoger a una ley canadiense de Acuerdos y Acreedores de Empresas. Públicamente hay un acuerdo de los actuales dueños para hacer profundos cambios y relanzar la firma en 45 días (será subastado y tendrá nuevos dueños). Según la prensa española los tres inversores principales son: el fondo estadounidense TPG Capital, que tiene un 55%, los chinoc Fosun Capital Group (25%) y la Caisse de dépôt et placement du Québec (20%), deberán aportar unos 100 millones, mientras que el Gobierno de Quebec inyectará $us 200 millones para intentar echar a volar los trapecios y la magia de esta creación que enmudece al mundo entero. El estreno mundial del nuevo espectáculo “Nysa” estaba a punto de salir a escena en Berlín. Por la crisis se pospuso hasta el año que viene. El próximo salto al vacío, ¿tendrá red?, de lo contrario, las contorsiones financieras no serán posibles mientras la pandemia nos siga golpeando abajo.

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