El presidente de la Asamblea Nacional venezolana conversó con DW sobre la situación actual del país. Asegura que la pandemia impide que hagan uso de su principal herramienta política, la protesta en las calles.

4 de julio de 2020, 12:51 PM
4 de julio de 2020, 12:51 PM

Cada vez menos da menos entrevistas. Juan Guaidó, líder opositor y reconocido como presidente encargado de Venezuela por una cincuentena de países, asegura que es la consecuencia inmediata del asedio y la censura imperante en su país. Su proyecto pasa por un momento interno crítico: se vienen unas elecciones que no reconocen los partidos de oposición, además del acecho de una crisis sanitaria y de alimentación que se agravó por la pandemia. Aunque reconoce la desesperanza, cree que sigue contando con un "apoyo importante de la población venezolana".

Lucha contra el COVID-19

Guaidó asegura que la situación actual es desesperada. Recuerda que tras meses de intensa presión y negociaciones multilaterales con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el chavismo, fue posible lograr un acuerdo técnico "que permitió que no perturbaran o bloquearan la ayuda humanitaria, como sucedió hace un año". El parlamentario sostiene que "en Venezuela hay apenas 300 ventiladores; la dictadura utiliza la pandemia de forma coercitiva en hospitales convertidos en cárceles, mientras el virus se propaga de manera descontrolada".

El acuerdo alcanzado con la OPS permitirá movilizar fondos extranjeros para entregar insumos y ayuda directa a hospitales.

La Unión Europea y la expulsión de su embajadora en Caracas

Para Guaidó, la anulada expulsión por parte de Nicolás Maduro de la embajadora de la UE en Caracas, Isabel Brilhante Pedrosa, fue "un arranque de soberbia de una dictadura sin apoyo diplomático y sin respaldo popular". El dirigente opositor estima que Maduro "no midió las consecuencias de una embajadora que representa a 27 países, de los cuales 25 reconocen mi gestión".

Para Guaidó, la anulación de la expulsión prueba que las sanciones directas y personales de la UE funcionan. "Los mecanismos que tiene el mundo libre para lograr cambios políticos en las dictaduras son las sanciones económicas", estima.

Guaidó y el desencanto

Juan Guaidó reconoce tímidamente el desencanto interno hacia su figura. "Hay frustración natural", concede. Pero advierte que "el sentimiento predominante sigue siendo de lucha". De todos modos, dice entender a los venezolanos que le exigen "hacer algo ya", pero recuerda que "no hay decisiones inmediatas para Venezuela".

Al respecto, pone algunos ejemplos: "Hoy en el mar del Caribe está el mayor movimiento antidrogas de la DEA, que es apoyado por más de 20 países. Y el tema del oro, el respaldo internacional, las etapas del TIAR, todo eso ha llevado mucho tiempo".

Guaidó anunció "acciones" en los próximos días en contra de las "ilegítimas elecciones convocadas por Maduro". "No hay reconocimiento a ese proceso, no se le puede llamar elecciones, porque no reúnen ninguna de las condiciones para elegir y ser elegido", afirma.

"Por eso nosotros estamos convocando a un acto, respetando las medidas de la pandemia. Ahorita no es sencillo ejercer nuestro principal instrumento político, que es la movilización", explica.

El factor Leopoldo López

Para Guaidó, el desencanto no comenzó con el fallido golpe del 30 de abril del 2019 y la posterior "operación Gedeón". El político venezolano asume sin complejos su apoyo a los militares en el alzamiento armado, porque ellos "decidieron ponerse pacíficamente del lado de la Constitución". En la segunda, en cambio, dice que está claro que él no tuvo "ninguna vinculación con lo sucedido" y que se trató "de una operación organizada y pagada por Nicolás Maduro para confundir a la opinión pública y sembrar la desconfianza".

Al ser consultado por su relación con Leopoldo López, fuertemente implicado -según The Wall Street Journal- en ambas situaciones, recordó que López estuvo seis años preso y que "querer cargar la responsabilidad a una persona u otra sería un despropósito".

La disputa por el oro venezolano

Sobre la disputa por el oro venezolano en los bancos internacionales, Guaidó celebró el reciente fallo de la justicia inglesa a su favor. La decisión reconoce la autoridad del gobierno interino sobre el oro venezolano depositado en el Banco de Inglaterra, 31 toneladas de lingotes valorados 1.450 millones de dólares.

"Confiamos en la justicia inglesa. El oro venezolano estará protegido hasta la transición en Venezuela, para la reconstrucción del país en las áreas energética, de salud, de servicios públicos y apoyo social", aseguró Guaidó.

Y respecto a las órdenes de captura dictadas contra 11 de sus funcionarios, Guaidó asegura que "serán muy difíciles de concretar, porque los afectados ya están todos en el exilio". (dz)