Médicos consultados por EL DEBER destacan la necesidad de realizar pruebas rápidas y apoyar a las familias con tratamientos y alimentación

5 de julio de 2020, 16:05 PM
5 de julio de 2020, 16:05 PM

El Gobierno Municipal de Santa Cruz de la Sierra realiza rastrillajes por los diferentes barrios de la ciudad para identificar a personas con Covid-19. En estas visitas médicas, se trabaja a partir de los síntomas que se detectan en las personas, pero no se respaldan con pruebas rápidas. 

El informe leído el sábado por la alcaldesa interina, Angélica Sosa, refleja que en el rastrillaje se identificó a 3.976 personas con posibilidad  de Covid-19. La cifra dista mucho de los casos positivos registrados por el Servicio Departamental de Salud (Sedes).

Los médicos Erwin Saucedo (exdirector del Sedes) y Germán Antelo, neurólogo, consideran que el rastrillaje requiere otras medidas complementarias para garantizar su eficiencia. Desde el testeo rápido para contrastar los síntomas hasta el control y seguimiento de los pacientes de forma metódica para acompañar la evolución. 

"Solo conociendo dónde está el virus y aislando al paciente se podrá frenar su expansión", subraya Antelo.

Desde la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se pide “monitorear la evolución de la pandemia” para controlar su expansión y frenar los casos de contagios masivo. El subdirector de la organización, Jarbas Barbosa da Silva, insiste en la importancia de realizar testeos constantes, incluso después de la reapertura de los comercios.

En Bolivia, la tasa de pruebas de diagnóstico es mínima. Actualmente se realiza 1,85 pruebas por cada mil habitantes, una cifra muy por debajo de las 19 pruebas que realiza Uruguay, las 28 que se registran en Paraguay o las 56,48 en Chile. 

Las estimaciones que se realizan por diversos entes advierten que solo el 20% de los casos de contagio se registran en las estadísticas.

Antelo coincide con la OPS en la necesidad de testeos constantes y masivos para saber dónde está el virus. Los rastrillajes que se han realizado las últimas semanas han permitido identificar a personas con síntomas (leves, moderados o severos).

El doctor Saucedo entiende las dificultades para un testeo masivo por el retraso que se produce en la tramitación de las pruebas. Por ello, recomienda que, de forma paralela al rastrillaje se implementen los protocolos de tratamiento precoz mientras se reciben los resultados. 

Considera que sólo con estas acciones preventivas se logrará controlar el nexo epidemiológico que amenaza a las familias numerosas que viven en un mismo hogar.

Además, las familias requieren abastecerse de alimentos, sobre todo cuando se le diagnóstica alguno de los síntomas de la enfermedad. El aislamiento, ya sea preventivo o clínico, debe estar acompañado del apoyo institucional para la familia. De no ser así, estarán obligadas a salir a la calle para adquirir los insumos necesarios para la alimentación de la familia.

En las proyecciones que se manejan, elaboradas por las universidades, se considera que en agosto se estaría alcanzando los 130.000 casos positivos. “Este es el peor de los escenarios que se proyecta” menciona Germán Antelo.

Este lunes 6 de julio se inicia una nueva etapa de la cuarentena en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. La flexibilización de las medidas permitirá la apertura de comercios y el retorno del transporte público. “Es necesario abrir la cuarentena”, dice Antelo, que entiende el ahogamiento económico que sufren muchas familias. A partir de ahora, la corresponsabilidad se traslada también a cada persona.

Con la posibilidad de transitar libremente hasta las 16:00 horas, el riesgo de contagio puede incrementarse notoriamente. “Sin la consciencia ciudadana, las políticas (de salud) son de difícil cumplimiento”, señala el neurólogo, que destaca la distancia física y el uso de barbijo como principales medidas de prevención que se deben tener. 

“En los micros, no es posible distanciarse en un metro y medio. Cada uno tendrá que asumir sus propias medidas para evitar que el virus ingrese a la casa”, dice.

Saucedo, a su vez, observa el riesgo que supone la afluencia de personas a mercados o el retorno del transporte público a las calles, sobre todo cuando no se sabe quién es portadora del virus. “La gente lo necesita, no puede aguantar más tiempo sin generar recursos”, expresa al tiempo que alude a importancia de cumplir las medidas de prevención de manera cuidadosa.