Vecinos se trasladan obligados por la situación económica. Micros, taxis, motos y bicicletas forman parte de la nueva rutina de transporte

6 de julio de 2020, 13:24 PM
6 de julio de 2020, 13:24 PM

Después de varios meses de acatar la cuarentena rígida, los comercios, instituciones públicas y privadas y el transporte público retomaron sus actividades este lunes, 6 de julio en la capital cruceña. Durante la jornada, a través de la prensa y de las redes sociales, los ciudadanos reclamaron por la escasez de micros y por la falta de cumplimiento de las medidas de bioseguridad en algunas unidades de transporte, mientras que la Policía y la Alcaldía cazaban motorizados que no respetaban las normas.  

La flexibilización de la cuarentena en Santa Cruz de la Sierra, ciudad que reporta la mayor cantidad de personas contagiadas con Covid-19, se aprobó con la finalidad de reactivar la economía y permitir que la población vuelva a sus fuentes de trabajos y genere ingresos.

El primer paso hacia la normalización de la actividad comercial y laboral está marcado por el temor. Los vecinos son conscientes que el riesgo de contagio es alto y que de ellos depende mantener las medidas de prevención. Por ello, las autoridades sanitarias insisten en la obligación de usar barbijo y cumplir con la distancia física.

La flexibilización de la cuarentena rígida se sintió de manera intensa en el tráfico. Desde tempranas horas, bicicletas y motos invadieron las calzadas. Micros y taxis se sumaron al torrente de vehículos que circula por las arterias de la ciudad.

Hoy se dio luz verde a la circulación de vehículos con placa que termina en un número par. Tanto aquellos destinados al transporte público como los de uso privado cuentan con autorización para circular desde las 5:00 hasta las 16:00 horas

Para Omar Rivera Estrada, presidente de la Federación de Juntas Vecinales, la población ha sido la protagonista en esta primera jornada de flexibilización de la cuarentena. 

El dirigente reconoce que “la conciencia de la gente ha permitido que se cumplan muchas de las normativas de seguridad”,  pues en los barrios se pudo observar pasajeros haciendo fila, esperando su turno para abordar un micro y manteniendo el distanciamiento físico


Control para garantizar la seguridad

En cuanto al transporte público, Rivera indicó que  pocos han incumplido con la restricción sobre la cantidad de pasajeros que deben ingresar en cada micro. 

Con respecto al temor de ciudadanos ante la posibilidad de un incremento del costo del pasaje como planteaban algunos transportistas, el dirigente vecinal dijo que la tarifa se mantuvo. No obstante,  aún hay transportistas que creen que el pasaje debe subir a Bs 3 para compensar la limitación de usuarios por unidad de transporte.

Aldo Terrazas, dirigente del Sindicato 24 de Septiembre, que aglutina a la mayor cantidad de propietarios y choferes de micros, considera que este lunes ha sido una jornada de aprendizaje. “En los barrios se veía colas de gente, esperando a los micros. Cuesta ordenar para que suban de acuerdo a las disposiciones”, expresó.

Se estima que unos 3.200 micros salieron este lunes a trabajar. Tanto Terrazas como Rivera alegan que este número de micros es insuficiente para trasladar a los usuarios, sobre todo cuando se reduce la capacidad de los vehículos al 60%. “La gente se está dando modos para trasladarse” agrega Rivera.

El control conjunto realizado por la Policía y la Dirección de Tráfico y Transporte de la Alcaldía Municipal han permitido que la mayoría de los transportistas cumplan con las normas. 

Según informó Lucy López, directora de Tráfico y Transporte del Gobierno Municipal, al menos una decena de vehículos fueron retenidos por la Policía. Las principales infracciones fueron llevar pasajeros parados y circular en un día que no le corresponde por su numeración de placa.


Conflicto entre choferes y propietarios

Las discrepancias al interior del gremio del transporte urbano han sido visibles a lo largo de la mañana. En torno a las 11:00 un grupo de choferes, afiliados al sindicato Nueva Esperanza, bloqueaba la salida de micros de la línea 74, conocidos como "vuelteros del tercer anillo".

Marcelo Mamani, secretario ejecutivo de la organización, plantea la protesta como medida de presión para que los propietarios cumplan con los acuerdos establecidos en las reuniones previas. Mamani reclama el cumplimiento de la Ley municipal 1216/19, que reconoce los derechos de los conductores asalariados.

La principal discrepancia se centra en el seguro de salud y de vida que piden los choferes. Aldo Terrazas, dirigente del transporte urbano, apela al diálogo y el entendimiento para superar las tensiones. No obstante, señala que la mayoría de los choferes está trabajando y que solo es un grupo pequeño el que asume el paro.

No obstante, Mamani anunció nuevas medidas de presión para este martes si las autoridades municipales no escuchan sus reclamos y se comprometen, junto a los propietarios de micros, a garantizar los seguros sanitarios. “Los contagios están aumentando cada día y esto se puede convertir en un foco de infección. Los micros no deberían salir todavía”, opinó Mamani.

El ‘Chuturubí’ no sale a trabajar

Las líneas de micro que realizan el recorrido por el primer anillo, popularmente conocidas como Chuturubí, anunciaron, mediante un comunicado, que no saldrán a trabajar todavía.

“Nos dedicaremos a preparar y adecuar nuestras unidades en base a los protocolos recibidos”, se lee en el mensaje difundido por redes sociales. 

Los transportistas de esta línea han postergado su decisión de volver a las calles hasta el viernes 10 de julio y apelan a la decisión del municipio para “suspender la restricción de las placas, ya que con esta medida es inviable económicamente la sostenibilidad de nuestro servicio”, concluye el comunicado.



Aguardan revisión de las medidas

La determinación de normar la salida de vehículos mediante el número de placa es una disposición que no ha gustado a todos. Tanto Rivera como Terrazas esperan que la medida sea revertida para la próxima semana, a fin de que los micros puedan circular sin dificultad. Esta situación permitirá a los vecinos transportarse con más frecuencia y seguridad, indican.

La Alcaldía ha dispuesto controles permanentes para lograr que se cumplan las medidas dispuestas. Apela a la conciencia de la población para que “hagamos respetar las normas de bioseguridad por el bien de todos”, expresaba mediante un vídeo la alcaldesa interina, Angélica Sosa.