La presidenta compartió hoy algunos aspectos de su vida. Ratifica que la pandemia del coronavirus está trayendo más problemas y desolación al país

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7 de julio de 2020, 13:31 PM
7 de julio de 2020, 13:31 PM

La presidenta Jeanine Áñez se tomó unos 14 minutos este martes para contar algunos aspectos de su vida. Lo hizo durante el acto de posesión de dos nuevos ministros del área económica del Estado en el Palacio Quemado, contando que sabe lo que es la angustia ante una crisis económica.

La máxima autoridad nacional mencionó que viene de una familia de clase media de Beni. Sus padres eran profesores de una escuela fiscal y ella también estudió en establecimientos públicos. Incluso rememoró cómo le fue difícil encontrar trabajo.

“Con los años estudié en otras condiciones y circunstancias para ser abogada, ya estaba casada y tenía dos hijos que cuidar. Por la falta de oportunidad no podía ejercer mi profesión de abogada, y temporalmente estuve ejerciendo como presentadora en medios de comunicación y como eso no alcanzaba, abrí un negocio de fines de semana, un restaurante y entonces todos teníamos que aportar. Tengo dos hijos, había necesidades y obviamente el trabajo era mucho más duro porque era de lunes a lunes, pero algo muy lindo saqué de eso, aprendí a preparar platos muy ricos de pescado”, evocó.

La jefa de Estado relacionó su relato a la crisis actual que vive el país por la pandemia del Covid-19. “El virus está trayendo más problemas y más desolación”, dijo, enfatizando la necesidad de generar empleo y garantizar la estabilidad económica a los bolivianos.

“Sé qué es trabajar y sacrificarse por el sustento de la familia, preocuparse por la falta de ingresos, yo entiendo el sentimiento de angustia que trae una crisis económica en un hogar, lo entiendo porque lo he vivido, como hija, como mujer y madre; por eso mi trabajo hoy, como presidenta, es para ayudar a las familias y hacer frente a la incertidumbre que viven muchos hogares”, complementó Áñez.

La presidenta destacó como, hasta ahora, se llegó con los bonos universal, familia y canasta, a nueve millones de personas, recalcando la importancia de aplicar el plan de generación de empleos para garantizar la reactivación económica ante la crisis que desató el coronavirus en Bolivia.