Opinión

Inútiles caros

9 de julio de 2020, 2:58 AM
9 de julio de 2020, 2:58 AM

Es el Diccionario de la Lengua Española el que afirma que “inútil” es “no útil”.
Entonces, no existe una palabra más adecuada para referirnos a nuestros legisladores, sean estos nacionales, departamentales o municipales.

Admitiendo que hay excepciones, que son las que confirman la regla, los legisladores se han convertido en estorbos, obstáculos y, además, lo que es peor, unas cargas económicas que se advierten más ahora, cuando necesitamos recursos para enfrentar al coronavirus.

Durante las dictaduras no existían cuerpos de legisladores porque el presidente los había eliminado, para no rendir cuentas nadie. La existencia de un parlamento, un congreso que sirva de contrapeso al Poder Ejecutivo, se convirtió entonces en una aspiración, en símbolo de la democracia, y así lo concebimos cuando esta fue recuperada.

Pero no pasó demasiado tiempo antes de que el congreso, en el que el presidente Siles Suazo no tenía mayoría, saque las uñas y, olvidándose de la democracia recién recuperada, comenzó a actuar conforme a sus intereses políticos.

Así fue cómo pasamos de la alegría a la desesperación porque el Parlamento de Siles Suazo le hizo la vida tan difícil que el país ingresó a una inestabilidad económica que después se convirtió en hiperinflación. Fue la primera advertencia de lo que los políticos podían hacerle al Parlamento.

Después se recuperó la democracia municipal y con ella los concejos deliberantes. Más tarde, como consecuencia de los pedidos de descentralización, fueron creados los consejos departamentales que ahora son las asambleas legislativas de cada Gobernación.

Prácticamente sin que nos diéramos cuenta, los políticos multiplicaron los cargos legislativos. Ahora tenemos senadores, diputados, asambleístas supraestatales, departamentales y concejales en los más de 400 municipios del país. Sumados, todos nos representan un enorme gasto porque sus sueldos son generalmente altos. Como ejemplo, baste decir que el sueldo de un diputado es de 22.642 Bolivianos.

No podemos eliminar los cuerpos legislativos porque estos son necesarios para la democracia pero… ¿debemos seguir pagando sueldos altos a funcionarios que cumplieron sus cinco años de mandato en enero, los unos, y mayo, los otros? A todos se les ha ampliado el mandato por efectos de la Ley 1270, pero esa norma no dice que debemos seguir pagándoles.

Estos cuerpos legislativos no son útiles y algunos, como el nacional, conspiran por razones políticas. Podemos seguir aguantándoles, pero hay que dejar de pagarles esos tremendos sueldos.
      

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