El barbijo se debe llevar en el rostro, si no es así, no sirve

La Organización Mundial de la Salud (OMS) volvió a decir que las medidas de seguridad son las que, por el momento, evitan los contagios del coronavirus. Es el cuidado personal  que se debe mantener todos los días si es que se sale de la casa. Sin embargo, se observa en las calles que muchas personas no llevan a cabo adecuadamente las medidas de precaución.

Santa Cruz está viviendo sus primeros de días de cuarentena flexible. La gente puede salir con protección, hay transporte público limitado por las normas de bioseguridad, los comercios, servicios, oficinas públicas y privadas abrieron sus puertas al público.

Sin embargo, muchas personas no cumplen adecuadamente las normas de usar correctamente el barbijo. Lo llevan en su cuello, al parecer porque se cansaron de tenerlo en el rostro y así caminan por la calle. También se ve a algunos con la mascarilla en la mano.

Así no sirve. Igual se está exponiendo y arriesgando a los demás a un posible contagio, pues no está cubriendo las partes sensibles del rostro como la boca y la nariz. 

El uso correcto del barbijo es obligatorio para ingresar a lugares cerrados públicos o privados. Y por protección se lo debe llevar puesto en el rostro cuando se está en la vía pública

El médico Mauricio Gómez explicó que la función principal de la mascarilla es de protección. Evita que los virus contaminen a quien la lleva, pues al tener algunas capas de tela, una de ellas fabricada especialmente para contener gérmenes, no lo deja pasar.

Al mismo tiempo el barbijo detiene el virus que una persona infectada puede emitir por su boca o nariz, al hablar, estornudar, toser o bostezar. Esos microorganismos se quedan en la mascarilla y no se propagan en el ambiente, evitando la contaminación.

Ahí radica la importancia de llevar barbijo cuando se está afuera de la casa. Protege a quien lo lleva, y cuida a los que están cerca de un infectado.

¿Se puede guardar el barbijo?

Sí, si se trata de una mascarilla fabricada para uso de varios días y que no sea desechable. Estos cubre bocas como los N95 se pueden guardar en un sobre de papel manila o en una bolsa aislada del resto de las cosas de uso personal, para usarlo después, explica el diario español Heraldo. 

Ningún barbijo puede ser llevado más de seis horas continuas, pues acumula virus y debe ser repuesto por otro. Los tapabocas reutilizables, elaborados con telas especiales antibacterianas se pueden lavar con agua caliente, de al menos 60 grados, agua, jabón o detergente desinfectante, luego puesto a secar al aire libre y finalmente planchado.

Las mascarillas desechables, luego de su uso, deben ser colocadas cuidadosamente en una bolsa y depositadas en un basurero. Nadie los debe tocar, pues pueden ser fuentes de contaminación.

Distanciamiento social

Es otro uso de bioseguridad que no se está cumpliendo adecuadamente. Se ve en las calles aglomeración de gente, sobre todo en los mercados, al subir a los micros y los truffis no se respeta el metro y medio de distanciamiento social.

Esta medida evita que las gotículas del coronavirus se propaguen cuando alguien infectado estornuda o habla. De allí el virus puede llegar a las personas sanas e infectarlas directamente. Si se está siguiendo el distanciamiento social, de al menos un metro y medio de lejanía, el germen cae al piso y no contagia a nadie.

Si las personas se ponen un momento el barbijo y luego se lo quitan, si siguen el distanciamiento social y después ingresan a una aglomeración o hacen fila al micro sin ese cuidado, no sirve de nada todo lo que hicieron inicialmente. El cuidado y protección es personal, por ello es importante cumplir adecuadamente las normas de bioseguridad.