9 de julio de 2020, 3:00 AM
9 de julio de 2020, 3:00 AM

La curva del coronavirus tiene diferentes comportamientos en cada región del país. Y así como hace dos días manifestamos en este espacio nuestra preocupación por el drama de Cochabamba, hoy llamamos la atención sobre el peligroso aumento de casos de Covid-19 en el departamento La Paz.
La estadística oficial y detallada que cada noche actualiza el Ministerio de Salud muestra que el ritmo de aumento de infecciones por coronavirus es más acelerado en La Paz que en Santa Cruz, que se toma como referencia por ser la región donde más fuerte ha golpeado la pandemia desde su llegada a Bolivia: el 54 por ciento de casos totales del país están en Santa Cruz.

El 7 de junio, La Paz tenía 754 casos y Santa Cruz 8.676; es decir, el 8,7 por ciento de casos respecto a Santa Cruz. Un mes después, el 7 de julio, La Paz tenía 4.876 casos y Santa Cruz 22.398; es decir, el 21,8 por ciento de casos respecto a Santa Cruz.

Si hacemos una proyección lineal de esa tendencia, dentro de un mes, el 7 de Agosto, La Paz podría tener 31.500 casos y Santa Cruz 57.800, es decir, La Paz pasaría a representar el 54 por ciento de casos de Santa Cruz. 

Si La Paz pasa en un mes de 8,7 por ciento de casos a 21,8 y en otro mes podría llegar al 54 por ciento en comparación con Santa Cruz, da para hacer cuando menos dos lecturas posibles: Uno, que Santa Cruz ha comenzado a controlar mejor la expansión del virus, o, dos, que La Paz tomó un peligroso impulso en la pandemia, y en este último caso ese cuadro debiera llamar la atención de autoridades y ciudadanos, porque en esta lucha contra la muerte estamos todos del mismo lado.

¿Qué ocurrió de nuevo en el departamento de La Paz durante el mes de Junio que pudiera ser identificado como el gran disparador de nuevos casos positivos? Ocurrió la flexibilización de la cuarentena rígida desde el 1 de Junio. 

Pero además, y probablemente apoyada en artículos de prensa poco serios que han estado circulando en la sede de Gobierno, en La Paz está curiosamente extendida la creencia de que la altura neutraliza el virus por el supuesto efecto de los rayos ultravioletas más potentes.

El jefe nacional de Epidemiología, Virgilio Prieto, asegura que “se ha dado un incremento de casos después de aquella aseveración tonta”. Sensiblemente en estos días junto al miedo ante la enfermedad también aparecen engañosas ‘soluciones’ o ‘explicaciones mágicas’ que no tienen respaldo científico, y aquello de que el virus no resiste la altura parece ser otro timo a la esperanza de la gente que en su desesperación se aferra a cualquier posible solución.

Sin embargo, la evidencia incuestionable de la mayor exposición de la población paceña a los contagios por llevar casi 40 días con una actividad comercial y laboral casi normal, nos conduce a inferir que el acelerado aumento de casos positivos puede encontrar explicación en esa flexibilización de las restricciones de circulación de las personas.

Quizá por eso el alcalde de La Paz, Luis Revilla, ha anunciado más de una vez que esa región podría volver a una cuarentena rígida si las estadísticas encienden las alarmas por infecciones de Covid-19.

En tanto, Santa Cruz ha comenzado a salir a las calles desde el Lunes 6 de Julio, es decir cinco semanas después de que lo hizo La Paz, y por el registro de imágenes que diariamente hacen los reporteros gráficos de El Deber, se observa que al menos la norma del distanciamiento social ya no existe, sin contar el mal uso de los barbijos y otras señalas que dan para preocupar.
Si la flexibilización es la causa del aumento de positivos, las autoridades -en este caso paceñas y cruceñas- tendrán que plantearse seriamente la necesidad de volver a la cuarentena rígida. La vida está primero, y si es necesario generar nuevas medidas de apoyo para la alimentación de los sectores más golpeados por la pobreza, habrá que buscar nuevas formas de llevar auxilio a las debilitadas economías de las familias.

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