El nuevo ministro de Economía, Óscar Ortiz, resaltó que una de sus tareas inmediatas será la ejecución del plan de reactivación estatal; los alcaldes señalan que cada jurisdicción tienen sus necesidades

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9 de julio de 2020, 21:58 PM
9 de julio de 2020, 21:58 PM

La reactivación y el dinamismo de la economía son los ejes con los que el Gobierno apunta a oxigenar a una Bolivia azotada por la crisis del Covid-19, pero los alcaldes de los municipios del país esperan que esta referencia no quede en el discurso.

Desde distintos frentes, representantes de municipios bolivianos claman por la integración y las labores en conjunto para llevar a buen puerto este plan cuya rienda pasa por las manos del nuevo ministro de Economía, Óscar Ortiz.

Otorgación de créditos masivos a productores y empresas, la creación de empleo, el incentivo fiscal, el incentivo al consumo de productos nacionales y el ahorro del gasto público son los ejes que engloban al plan de reactivación económica del Gobierno.

Sin embargo, el presidente de la Asociación de Municipios de Oruro (Amdeor), Freddy Mollo, manifestó a EL DEBER que existe preocupación porque los planes fijados por el Estado enfocan su desarrollo a ciudades capitales y deja en segundo plano a zonas rurales.

Mollo apoyó su argumento exponiendo que no se conoce de manera específica el destino de los recursos y si estos tendrán sostenibilidad en el tiempo, al referir que los gobiernos subnacionales también deben asumir responsabilidades desde un principios en la reactivación económica.

"Los que estamos con la población y conocemos las necesidades de los municipios son las autoridades locales. Debe haber un norte claro", resaltó el dirigente de Amdeor.

En este sentido, Mollo expuso que se debe pensar en el mediano plazo atendiendo el sustento alimentario de la población por encima de otros casos como las obras civiles.

Por su parte, el alcalde del municipio cruceño de San José de Chiquitos, Germaín Caballero, señaló que no solo se debe articular al sector público en sus tres niveles para que haya representatividad en la reactivación de la economía, sino también considerar al sector privado por su capacidad en la generación de empleo.

Caballero, quien está ligado al trabajo con la mancomunidad chiquitana, sostuvo que las regiones bolivianas tienen por naturaleza una descentralización territorial y cultural, por lo que el plan se debe adecuar a cada jurisdicción.

El burgomaestre señaló que en el caso chiquitano las actividades turisticas y agroganaderas-forestales las actividades priniciplaes de su jurisdicción y que con seguridad zonas como Los Yungas o el Trópico de Cochabamba también tienen su carácter productivo.

​​El presidente de la Asociación de Municipios de Cochabamba (Amdeco), Héctor Arce,​​​ lamentó que hasta ahora no hay coordinación o reconocimiento a las autoridades constituidas en municipios y departamentos para abordar las tareas del Gobierno central.

"Tenemos ideas para que la gente tenga trabajo y se pueden crear programas para las familias, si no hay coordinación no funcionará y será visto como un plan para capturar votos", espetó Arce.

El dirigente cochabambino agregó que hay una deuda de Bs 400 millones sobre proyectos concluidos y es absurdo hablar de nuevos proyectos si no se les paga a las empresas.

En días pasados, el presidente de la Federación de Asociaciones Municipales de Bolivia (FAM-Bolivia), Álvaro Ruiz, expuso que se valora que exista preocupación por la reactivacion, pero es importante mejorar la coordinación y saber bajo qué criterios se aplicará el plan delimitado por el Estado.

"Queremos coordinar con el Gobierno central, trabajar de manera unilateral no ayuda, sino que perjudica a la población", sostuvo Ruiz.

De momento, no se conocen detalles sobre el plan de reactivación económica, salvo que ya está demorado y que urge para dar seguridad a la ciudadanía.