Después de una semana de siete votaciones, se acordó utilizar por un año un punto de cruce en la frontera turca, en Bab al Hawa, en vez de dos como hasta ahora

11 de julio de 2020, 21:14 PM
11 de julio de 2020, 21:14 PM

El Consejo de Seguridad de la ONU reactivó este sábado la ayuda humanitaria transfronteriza a Siria, pero con una reducción impuesta por Rusia a los países occidentales, según fuentes diplomáticas.

Al cabo de una semana de divisiones y de siete votaciones, una resolución presentada por Alemania y Bélgica que permite utilizar por un año un punto de cruce en la frontera turca, en Bab al Hawa, en vez de dos como hasta ahora, fue adoptada por 12 votos de 15. 

Tres países se abstuvieron (China, Rusia y República Dominicana), según diplomáticos.

La autorización transfronteriza de las Naciones Unidas, en vigor desde 2014, permite la entrega de ayuda a la población siria sin la aprobación de Damasco. Al no haber acuerdo en el Consejo de Seguridad para prorrogarla, había expirado el viernes.

En enero, el mecanismo ya había sido severamente reducido por Rusia, que considera que viola la soberanía de su aliado sirio. 

El texto adoptado satisface la pretensión de Moscú de eliminar el cruce de Bab al Salam, también en la frontera turca, que conduce a la región de Alepo (norte). 

Controlando el juego desde el principio, Rusia ha impuesto una vez más su voluntad a los occidentales, infligiendo un revés a los dos patrocinadores de la resolución, Alemania y Bélgica, dos miembros no permanentes del Consejo responsables del aspecto humanitario de la crisis siria en la ONU. 

"Rusia tiene el control de este proceso", dijo Richard Gowan, del grupo de expertos International Crisis Group (ICG). 

El veto de la semana "fue secundario porque, en última instancia, Rusia siempre iba a imponer una solución en los términos" aceptados este sábado, declaró a la AFP. 

En las últimas semanas, Moscú había afirmado a sus interlocutores que el punto de entrada de Bab al Salam era mucho menos utilizado que el de Bab al Hawa, que sirve a la región insurgente de Idleb, donde viven millones de sirios, incluidas personas desplazadas, con un fuerte componente de mujeres y niños. 

Rusia también ha argumentado que la ayuda que pasa por el control de Damasco se puede aumentar para la región de Alepo. 

Una derrota pesada

La resolución adoptada establece que el punto de cruce de Bab al Hawa, en el noroeste de Siria, se mantiene "durante 12 meses, hasta el 10 de julio de 2021". 

El texto pide al secretario general Antonio Guterres un informe periódico "al menos cada 60 días". 

Para Estados Unidos, que había hecho del mantenimiento de los dos accesos a Siria una "línea roja", el fracaso también es considerable.

Los occidentales creen que no hay una alternativa creíble al sistema transfronterizo, y denuncian los obstáculos levantados por la burocracia y la política sirias a un flujo de ayuda efectivo en áreas no controladas por Damasco.

En enero, ya en posición de fuerza, Moscú había conseguido que el sistema transfronterizo perdiera dos de los cuatro puntos de acceso autorizados, ubicados en Jordania para acceder al sur de Siria, y en Irak, para proporcionar ayuda al noreste del país.