Responsable de la investigación y desarrollo en el ministerio de Defensa, Daniel Gold agregó recientemente a su agenda, además de sus habituales reuniones sobre tecnologías de guerra, otras sobre tecnologías médicas

12 de julio de 2020, 17:06 PM
12 de julio de 2020, 17:06 PM

Para Daniel Gold, proteger Israel de lo que considera como amenazas existenciales es compromiso de hace tiempo. Tras haber creado el escudo antimisiles "Cúpula de hierro", este ingeniero despliega ahora toda su energía para luchar contra el nuevo coronavirus.

Responsable de la investigación y desarrollo en el ministerio de Defensa, Daniel Gold agregó recientemente a su agenda, además de sus habituales reuniones sobre tecnologías de guerra, otras sobre tecnologías médicas.

Cuando Israel enfrenta una segunda ola de contaminaciones, la naturaleza de la amenaza es diferente, pero este doctor en ingeniería civil de 58 años está igualmente determinado a combatirla como cuando elaboró su "Cúpula de hierro".

Desplegado hace diez años, el sistema suscitó de antemano el escepticismo sobre su eficacia. Luego interceptó miles de cohetes palestinos provenientes de la franja de Gaza, generando honores a su creador.

En 1991, durante la guerra del Golfo, Daniel Gold dijo por primera vez que Israel requería un dispositivo capaz de destruir misiles en pleno vuelo.

Las fuerzas de Sadam Husein lanzaban cohetes Scud contra Tel-Aviv y la urbe se vació de sus habitantes, dice a la AFP durante una entrevista en el Ministerio de Defensa: "Había que hacer algo".

Quince días más tarde, el general Gold y su equipo concibieron unos veinte prototipos, antes de abandonarlos. Luego crearon un sistema con socios del sector privado de la defensa.

"Presagiaba que los disparos de cohetes se convertirían en una amenaza mayor para Israel (...), para la que no había entonces solución", dijo. Sus superiores no consideraban la defensa antimisiles como una prioridad.

Nuevo peligro... 

Pero en 2007, cuando la "Cúpula de hierro" se estaba elaborando, el movimiento islamista Hamas tomó le control de Gaza y lanzó cohetes y otros proyectiles hacia el territorio israelí.

En respuesta, el ejército israelí realizó ataques y el Estado hebreo impuso un estricto bloqueo al enclave palestino, aun en vigor, que los críticos denuncian como un castigo punitivo para sus dos millones de habitantes.

Hubo que esperar a 2011 para que la famosa "cúpula" fuera desplegada. Era esencial para "salvar vidas" y "garantizar algo parecido a la vida normal en Israel", dice. Inclusive cuando caía una lluvia de cohetes, era necesario que los habitantes pudieran "al menos ir a trabajar".

Una vez el sistema encaminado, Gold, también diplomado en gestión de negocios, dejó el ejército e ingresó al sector privado, antes de volver de nuevo al Ministerio de Defensa como civil.

Durante una reunión en la oficina del Primer ministro Benjamin Netanyahu, el ingeniero se dio cuenta a inicios de marzo de lo peligrosa que era para el país la pandemia de Covid-19.

Desde entonces su equipo colabora estrechamente con el sistema de salud, fabrica respiradores y desarrolla pruebas para detectar el virus en menos de un minuto con resultados precisos.

Gold y sus socios realizan múltiples ensayos, usan la inteligencia artificial y hacen pruebas sobre el sistema olfativo y la respiración, con ayuda del sector privado y el gobierno.

"Si logramos (implementar el sistema de  pruebas), la situación cambiará en el mundo entero", señala.

Un avance científico israelí en el frente de la pandemia facilitaría a Israel establecer relaciones con países que no lo reconocen.