Como no tiene ingresos por entrenar a los pedalistas debido a la cuarentena, Mario ‘Rocky’ Aguilera le ayuda a su esposa a amasar pan y luego sale en bici a distribuirlo. También trabaja de delivery entregando pedidos

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17 de julio de 2020, 15:36 PM
17 de julio de 2020, 15:36 PM

Los buenos tiempos cuando contaba con 25 alumnos se terminaron por la pandemia, que obligó al gobierno a decretar la cuarentena el 21 de marzo. El entrenador de la selección boliviana de bicicross, Mario Aguilera, más conocido como Rocky, se quedó de un momento a otro sin su única entrada económica que lo había sustentado desde 1997, cuando comenzó a formar campeones. Dejó de percibir los $us 600 al mes, que provenían de las mensualidades de sus pupilos.​

Los primeros dos meses su economía aguantó pero luego tuvo la necesidad de emprender otro trabajo para generar nuevos ingresos. Junto a su esposa, Claudia Collazos, decidieron hace dos meses hacer pan y distribuirlo. Rocky ayuda a amasar el pan, y luego en bicicleta lo entrega a domicilio. También aprovecha para realizar el trabajo de delivery de algunos productos que le piden.  

Además se da tiempo para entrenar de forma gratuita vía online a 12 pedalistas de su club para que no pierdan totalmente la forma. “No cobro nada por ello, lo hago porque no quiero que se perjudiquen demasiado con este parón por la cuarentena”, afirma este entrenador, que actualmente tiene como sus mejores pedalistas al campeón mundial 2016, Sebastián Ordóñez, y a sus hijas Mariana (10 años) y Luciana (14), que en 2019 ocuparon, en categorías menores para Bolivia, el segundo lugar del Mundial de Bélgica y el primer puesto del Panamericano de Perú, respectivamente.

También fue el entrenador de la selección boliviana de bicicross que participó en los Juegos Panamericanos de Perú 2019, dirigiendo a los cruceños Jaime Quintanilla e Igor Vaca. En su currículum figura la formación de excampeones mundiales en menores, como su hermano Paulo Víctor Aguilera y Rubén Suárez.

Entre los productos que distribuye están las empanadas integrales y queques. “Los hace mi esposa que tiene buena mano. Mi jornada comienza a las 5:00, hora en la que hago las compras en el mercado. Después ayudo a amasar. Luego hacemos las cosas de la casa. De 13:30 a 16:00  ponemos el pan al horno y a las 16:30 llevamos los pedidos. Son 210 panes diarios. Es bien movida nuestra jornada, pero vale la pena”, dice Rocky, que espera que la situación se normalice para volver a ofrecer sus clases presenciales en el circuito de bicicross de la Villa Deportiva Abraham Telchi.