César Farías: “Estoy convencido que entre los jugadores bolivianos hay amor por la camiseta de la selección”

César Farías le ha sacado provecho a los aproximadamente cuatro meses de confinamiento que se vive en el país por la cuarentena que genera la pandemia del Covid-19.

El entrenador de la selección afronta la crisis sanitaria en la capital cruceña. Desde su bunker, el venezolano mantiene una fluida relación con aproximadamente medio centenar de jugadores que pueden ser convocados a la Verde, sigue cursos por internet, investiga fortalezas y debilidades de los futuros rivales de las eliminatorias para el Mundial de Catar 2022 y participa de charlas virtuales, como las que ofreció hace poco a entrenadores de Uruguay y Ecuador, respectivamente.

Para todo se da tiempo e incluso para salir a correr y de paso hacer pasear a sus mascotas. Lo dijo este sábado por la mañana en una extensa y sustanciosa charla que mantuvo con los conductores del programa ¡Qué Semana! de El Deber Radio.

““Para mí la cuarentena ha sido un confinamiento espiritual porque en todo este tiempo he podido estudiar mucho. Asisto a cinco curso diferentes en el Barza Universitas, tengo también un inglés avanzado para el fútbol de la universidad de Oxford y he leído mucho”, declaró.

Y no se queda ahí Farías porque contó que mira por televisión los partidos de las ligas europeas que siguen en competencia y admite que ver encuentros de alto nivel sin público en las graderías no va con la esencia misma del fútbol.

 “La vida tiene estos cambios bruscos, que uno tiene que tratar de sobrellevar y adaptarse a esta realidad para que no se muera esta actividad”, confesó el estratega, que nació en la ciudad venezolana de Cumaná hace 47 años.

Así como le sacó rédito al trabajo desde casa, Farías dijo estar también preocupado con el padecimiento de aquellas personas y familias que sufren las consecuencias del encierro y del contagio con el coronavirus y por ello dice ser un agradecido con Dios porque su familia, que está repartida entre Estados Unidos y Venezuela, no ha sido afectada.

“Me preocupa lo que pasa con mí prójimo, porque he tenido amigos cercanos que han sufrido las consecuencias de esta dura crisis sanitaria. Unos sin inconvenientes y otros con serias dificultades como la que padece el presidente de la Federación Boliviana de Fútbol, César Salinas, cuyo cuadro ha sido bastante crítico. Se lo dije a mi compañero Carlos Pino, que el presidente soportó dos días complicados y eso lo llena a uno de esperanza. Espero que salga de todo esto pronto”, sostuvo el venezolano, quien explicó que previene el contagio y combate el estrés con una buena nutrición, con preparación física y con “secretos médicos de la abuela”, que según su parecer, son los que más funcionan.

FABOL y la renuncia a la selección

Si bien el tema de la selección lo ha tenido muy ocupado desde que se inició la cuarentena, porque no ha dejado de trabajar de manera virtual con un grupo selecto de aproximadamente 70 jugadores, hoy Farías está envuelto en una polémica a consecuencia de una posición que anunció la semana pasada el gremio de los futbolistas (FABOL) y que fue refrendada por los capitanes de los 14 clubes.

La resolución fue que todos los jugadores renunciaban a la selección por compromisos incumplidos por la dirigencia de los clubes y en especial de la Federación Boliviana de Fútbol.

Esta determinación ha molestado al entrenador del representativo boliviano porque considera que su obligación es defender a la selección por sobre todas las cosas y un proceso de trabajo que considera lo lleva por buen camino y cuya primera buena señal ha sido el óptimo rendimiento de la sub-23 en el Preolímpico que se disputó a comienzos de año en Colombia.

“Creo que tienen una causa justa ahora, pero las formas no las puedo compartir porque a la selección hay que protegerla, hay que cuidarla. Hay miles de niños que sueñan con ponerse la camiseta de la selección. Por eso hay que aclarar, que una cosa es la solidaridad, el estar de acuerdo con el gremio y otra que los jugadores hayan dicho no a la selección. No he escuchado que ningún jugador diga públicamente que no va ir a la selección. Y no creo que debemos forzar a los jugadores ni a medir fuerzas porque estoy seguro, cuando salga la convocatoria, que aflorará el sentido patriótico por todo lo que significa ponerse la camiseta nacional”.

Y continuó sobre el tema: “La selección te da una vitrina importantísima, es un algo que necesita dar un jugador para jugar en el exterior.  Por eso estoy convencido que hay amor por la camiseta de la selección. Lo que tiene que haber es respeto por lo que significa defenderla. No puede ser moneda de cambio”.

Más allá de la posición que comulga, Farías aclara que no está en contra de FABOL ni con las personas que lo representan y entiende que sus determinaciones son para ayudar a sus afiliados. Lo que no acepta es que tomen a la selección como “moneda de cambio” y eso para él es una falta de respeto.

 “Estoy totalmente de acuerdo con el gremio; creo que el jugador es la esencia del fútbol; creo que hay que darle mejores condiciones, pero también creo que al gremio se lo puede utilizar para muchas otras cosas y no solo para ir a cobrar sueldos atrasados.  Considero que también puede ayudar a formar a jugadores, a darles canales para que se puedan preparar después de su retiro; hacer convenios con universidades, con institutos de idiomas, con lugares donde puedan formarse para ser entrenadores, representantes, dirigentes, periodistas. Hay muchas cosas para hacer y desarrollar en los gremios”, puntualizó Farías y a la pregunta respondió que estaría dispuesto a hablar con los directivos de FABOL, si fuera necesario, para encontrar una salida a este conflicto.

La motivación y la preparación del equipo

César Farías entiende que selecciones como las de Brasil y Argentina llevan cierta ventaja sobre la Verde, de cara a las Eliminatorias de la Copa del Mundo de Catar 2022 que comenzará en octubre próximo, porque gran parte de sus jugadores militan en clubes europeos que están en competencia.

Admite que es una desventaja deportiva, pero sostiene que sus dirigidos vienen trabajando desde el año pasado y se ha reforzado, aunque de manera diferente, en esta crisis sanitaria con charlas técnicas, tácticas y de motivación, por lo que asegura que este grupo de futbolistas tiene hoy otro concepto de lo que es ser jugador profesional.

“Estoy seguro que nuestros jugadores en esta cuarentena han mantenido su peso, saben cómo evitar el contagio y saben cuál es la correcta alimentación. No tengo dudas de que su visión del profesionalismo es distinta ahora. Hay un buen hábito en el grupo”, sostuvo y recalcó que gran parte de su labor en estos cuatro meses de preparación virtual ha sido afianzar la conceptualización del trabajo y del juego.

¿Qué es para Farías el trabajo de conceptualización? Por ejemplo, cómo se van a defender con línea de cuatro, con línea de cinco, con línea de tres; cómo es la sincronización de la defensa, cómo defender con procedimientos y no por agrupamiento, por dónde se rompe la línea, cómo quebrar líneas y cómo poblar líneas en el medio. También se refiere a la apertura de juego, a las triangulaciones ofensivas, al trabajo con pelota detenida y en especial a conocer cómo se mueven los nuevos rivales que tendrán en las próximas Eliminatorias.

“En el arte de la guerra hay que conocer bien a los rivales”, dice Farías y comentó que en este proceso de preparación tomó como ejemplo a seguir la década de oro del fútbol rumano que con Gheorge Hagi y Popescu como figuras de la selección rumana, llegaron a jugar fases finales de los Mundiales y las Eurocopas.

También destacó el trabajo que viene haciendo la selección de Irán, que dirige el portugués Carlos Queiroz, que con jugadores de solo clubes locales clasificó al Mundial de Rusia 2018

 Farías explicó que estos procesos se deben imitar porque Bolivia cuenta con pocos jugadores en el exterior y su fortaleza se basa en la unidad del grupo, el talento individual y colectivo y la altura como una ventaja natural.

“La realidad es que los brasileños y argentinos ya están jugando y son importantes por historia y por su actualidad. Ahora nosotros hemos entrado a una fase en la que necesitamos entrar a una cancha para entrenar. Ojalá que no pase del próximo lunes para que nos autoricen el inicio de los entrenamientos. Ellos nos llevan tres meses de trabajo y muchas cosas más, pero en todo este tiempo Bolivia también avanzó, no solo con el trabajo motivación sino también con la aplicación de la tecnología, con el uso del GPS y la telemetría, que son motores para corregir detalles que son decisivos en un partido como lo son los saques laterales o la ejecución de tiros de esquina”.

 FORTALEZAS DEL EQUIPO BOLIVIANO SEGÚN FARÍAS

 Ninguno de los rivales de las Eliminatorias podrá tener tanto tiempo a sus jugadores juntos como los tendrá la selección, que podrá trabajar durante dos meses.

Se ha conformado una familia que está asimilando los conceptos que se aplicarán en el  juego.

Bolivia es un grupo que está ilusionado y demuestra gran expectativa

El trabajo que se hizo en el Preolímpico de Colombia a comienzos de año tuvo sus frutos y genera esperanza.

Se tiene la altura como aliada y la selección cuenta con buenos jugadores que pueden hacerse sentir ante los rivales.

El DT conoce muy bien a su equipo y a los rivales: suma la experiencia que tuvo al dirigir a Venezuela en una eliminatoria y en una Copa Libertadores a The Strongest.

FRASES DEL DT

Rebeldía: “El jugador boliviano, si le dan las herramientas necesarias para jugar, no es timorato. Mete presión en la cancha. Es rebelde. Estoy seguro que vamos a jalar puntos de visitantes”.

La altura: “Para nadie es un secreto que la altura es un plus; seguro que potenciará todo lo que hacemos”

Dura medida: “Una vez lo dije en la selección de Venezuela. El que dice no a la selección, no vuelve más. Y eso pasó, porque el capitán de ese entonces no volvió más”.

Estilo japonés: “Los japoneses para hacer paro primero hacen el doble de su trabajo”. (18 JUL 2020)

​