Según el expresidente de Cotas, pagó esta suma a intermediarios de la Fiscalía al sentirse agobiado y desesperado para que el caso termine. En 2019 la justicia lo acusó de ser parte del robo de 7,7 millones de dólares de la cooperativa. Asegura que es inocente.

14 de diciembre de 2020, 14:12 PM
14 de diciembre de 2020, 14:12 PM

A más de un año de destaparse el millonario robo en la Cooperativa de Telecomunicaciones de Santa Cruz (Cotas), el expresidente del Consejo de Administración de la operadora, Iván Uribe, denunció que fue víctima de extorsión y admitió que pagó $us 40.000 para ser sobreseído en el proceso, iniciado por el Ministerio Público que lo acusó de ser uno de los responsables del delito.

En febrero de 2019, una auditoría en Cotas detectó el robo de $us 7,7 millones en el programa a favor del socio Cotas en Cuotas. Con esta iniciativa los usuarios de la operadora podían solicitar implementos para el hogar llenando una simple solicitud. Sin embargo, exfuncionarios llenaron pedidos ficticios para recoger equipos y venderlos en el mercado informal. 

En declaraciones al programa Detrás de la Verdad, el ex ejecutivo aseguró que realizó este pago debido a la desesperación y agobiado por las acusaciones, que según él ensuciaron su nombre.

Acusó que presuntos emisarios de la Fiscalía lo extorsionaron para que pague y salga airoso del caso.

Detalló que, en 2019, un amigo suyo le ofreció su ayuda para agilizar su libertad. Según relata Uribe, supuestamente desde la Fiscalía le pidieron que cambie de abogado por uno designado por el grupo, que realice el pago de $us 20.000 y  elija a alguien de su confianza para que sea el enlace en la 'operación'.

Este pago fue realizado por el hermano de Uribe, que personalmente entregó un sobre con el dinero a los supuestos intermediarios en las instalaciones de la Fiscalía de Distrito de Santa Cruz.

“Yo pensé que estaba yendo en la línea, porque firmaba memoriales y el proceso estaba bien encaminado. En ningún momento las investigaciones demostraron que hice algo malo. Después mucha gente comenzó a salir libre”, dijo.

Incluso sostuvo que al no ver los resultados esperados exigió una explicación a uno de los intermediarios, quien para calmarlo le mostró su sobreseimiento, con fecha del 2 diciembre de 2019, que incluso tenía la firma de los fiscales. Sin embargo, él nunca fue notificado para recibir este documento.

Luego, con el cambio de fiscales el año pasado, nuevamente este grupo de intermediarios volvió a pedirle dinero.

Esta vez fueron $us 17.000 en efectivo y 3.000 más para gastos, a cambio de entregarle el sobreseimiento y la respectiva citación, pero esta vez en sus propias manos. Como la primera vez cuando hizo el pago, el resultado también fue negativo. Y al contrario de lo prometido, su acusación fue formalizada ante un juez.

Consultado por EL DEBER sobre ¿por qué pago y no denunció este hecho antes? Él dijo que lo hizo para que el caso se termine cuanto antes, porque no podía realizar una vida normal.

Me dijeron que (el dinero por la extorsión) era como honorarios profesionales. Me lo plantearon de forma amigable, y me dicen que cambie de abogados y me designan a uno de su confianza. Yo tomo esto porque las investigaciones demostraron que no hice nada malo, porque yo denuncié el robo”, dijo.

Agregó que sale a denunciar a estas personas (nombró a dos fiscales del Distrito) porque está cansado de que manchen su nombre, que es "una persona de bien" y espera que las autoridades investiguen.

“A veces uno comete errores, pero mi conciencia me dice que estoy en lo correcto”, señaló.