La familia del paciente buscó un espacio por casi 12 horas. No lo aceptaron en dos establecimientos de salud y al final murió en su casa

5 de enero de 2021, 13:09 PM
5 de enero de 2021, 13:09 PM


José Germán Sánchez (55) perdió la vida luego de que sus familiares peregrinaran con él ayer, desde las ocho de la mañana hasta las diez de la noche, hora en que se dieron por vencidos porque no encontraron una sola cama disponible, a pesar de que el varón ya estaba en estado de inconsciencia. 

En primera instancia, Sánchez fue trasladado en servicio privado de ambulancia al hospital El Bajío, donde ni siquiera lo dejaron bajar para valorarlo, según informó su sobrina, Mónica Mosiaro.

Después se dirigieron al hospital Japonés, donde tampoco le dieron cabida. "Ahí nos dijeron están los domos, equipados con tecnología de punta, pero que no hay personal médico, porque están esperando la contratación", dijo la sobrina.

Sin saber qué hacer y sin posibilidades de seguir pagando ambulancia privada, se fueron a casa del enfermo. La familia se movilizó para conseguir una referencia del centro Elvira Wünderlich, pero se la negaron, "por falta de espacio", agregó Mosiaro.

Lo único que consiguieron fue una ambulancia de Sisme, que por casi dos horas estuvo estacionada afuera de la casa, buscando una cama para el paciente, que ya presentaba glicemia de 40 y 8 en la escala de Glasgow.

El hombre tiene enfermedades de base, en diciembre estuvo internado en El Bajío, pero lo "despacharon" debido al riesgo de contagio de Covid-19, y estuvo en su hogar desde la Nochebuena. Sin embargo, la familia le hizo una serie de análisis a solicitud de un médico a domicilio, y salió positivo a Covid-19.

"No sabemos cómo se contagió, si en El Bajío, porque no le hicieron prueba al salir, o con el personal que vino a atenderlo a la casa, porque nosotros, sus familiares, no tenemos coronavirus", dijo la sobrina.

Saturación hospitalaria

Desde hace varios días, Marcelo Ríos, director del Servicio Departamental de Salud (Sedes) ha advertido que los hospitales del tercer nivel de salud están con el 98 a 100% de saturación, no por falta de camas, sino de personal médico para atenderlas.