Los dirigentes del sindicato Señor de Mayo accedieron a las negociaciones y rescindieron el contrato de alquiler. Fracasó el sexto intento de abrir un mercado paralelo

9 de abril de 2021, 19:35 PM
9 de abril de 2021, 19:35 PM

El directorio del sindicato Señor de Mayo, donde los cocaleros afines al Gobierno tenían instalado su mercado, decidió rescindir el contrato de alquiler que tenían y la ejecutiva de ese grupo, Elena Flores, solicitó hasta 20 días de plazo para abandonar esas instalaciones.


“Nosotros teníamos un acuerdo, pero hemos decidido rescindir el contrato y  nos han pedido 20 días de plazo para conseguir otra resolución y que se les autorice irse a otro lado, necesitan otra dirección y por eso tienen que quedarse un poco más”, dijo el secretario general del Sindicato de Transporte Señor de Mayo, Roberto Mamani en contacto telefónico.


Los cocaleros de Los Yungas están inmersos en un conflicto entre dos grupos; el de Armin Lluta que tiene el mercado legal de Adepcoca y el de Elena Flores que logró un permiso del Gobierno para abrir un mercado paralelo e ilegal en la zona de Kalajahuira, en predios del sindicato Señor de Mayo. Con esta nueva decisión, los cocaleros deben buscar otro lugar para trasladar a sus afiliados.


Mamani recordó que el contrato de alquiler de ese local empezó el 10 de marzo de este año por 90 días y debía concluir el 10 de junio, pero el plazo fue acortado y hasta fines de mes se trasladarían a otro sector.


Los seis mercados


Los cocaleros afines al gobierno intentaron tener su mercado en seis oportunidades y no lograron asentarse en ninguno de esos abastos. La primera vez fue en 2018 cuando intentaron tomar el mercado de Adepcoca con apoyo de la Policía, pero fueron expulsados en un conflicto que cobró la vida de dos cocaleros.


En junio de 2019 volvieron a la carga y lograron abrir un mercado disperso en la zona de Chuquiaguillo en tres domicilios particulares. Las dificultades y las incomodidades que pasaban los cocaleros llevaron a cerrar ese mercado y se trasladaron hasta la zona de Villa Fátima, a la sede del sindicato Volantes a Yungas. Pero el espacio era insuficiente y los cocaleros salieron a las calles a negociar su producto, lo que llevó a suspender la comercialización.   


El 3 de agosto de 2019, el grupo de Elena Flores, con ella a la cabeza, tomó los predios del hospital de los cocaleros. Este centro se encuentra en la calle 10 de Villa El Carmen y se desató un nuevo conflicto por la propiedad. Manifestaciones, gasificaciones y dinamitazos lograron de nuevo el cierre de ese mercado.


Los conflictos de octubre y noviembre de 2019 hicieron “desaparecer” a este grupo y en el otro frente tomó cuerpo la figura de Franclin Gutiérrez que estaba encarcelado en el penal de San Pedro por el gobierno del MAS.


El quinto intento se trasladó de ciudad. En diciembre de 2020, después del triunfo del MAS en las urnas, reapareció Elena Flores y a través de cartas logró abrir un mercado en la zona Santa Rosa, en El Alto, en el mercado campesino de propiedad de las 20 provincias.


El proyecto no duró mucho porque dos semanas después cerraba sus puertas por la distancia y porque los yungueños preferían quedarse en su mercado de Adepcoca en Villa Fátima. El grupo de Flores acudió a la justicia para que esta sea reconocida como dirigente de Adepcoca y el mercado pase a sus manos. La justicia le dio la razón y ordenó a la Policía tomar esos predios y entregárselo a la dirigente afín al gobierno, pero nunca pudo cumplir esa orden judicial.


El 9 de marzo pasado, nuevamente reapareció Elena Flores e informó que esta vez sí se había logrado un mercado que reunía todas las condiciones y anunciaba que desde el 10 se atendería en las oficinas de Kalajahuira. Incluso, el Gobierno trasladó oficinas de Digcoin que es la encargada de emitir las hojas de ruta para el transporte de coca, para estar cerca, pero no prosperó y ahora están buscando el séptimo mercado ilegal de coca.