La vacunación, igual que el contagio, inmuniza a la persona para que no sufra síntomas o que estos sean leves, pero no elimina el virus

20 de mayo de 2021, 6:54 AM
20 de mayo de 2021, 6:54 AM


A medida que la vacunación contra el coronavirus avanza, se van conociendo más casos de personas que se infectan después de haber sido inmunizadas.

Ocurrió así con 27 médicos y profesionales del Hospital de Clínicas de La Paz que resultaron contagiados luego de un brote en el área del quirófano. Todos los afectados tenían el antecedente de haber sido inmunizado con anterioridad con la vacuna rusa, indicaron representantes del sector.

A estos casos se suma el del secretario municipal de Salud de La Paz, René Sahonero, que fue internado después de dar positivo y quien también había recibido la dosis anticovid.

Estos casos merecieron el análisis del comité científico del Colegio Médico de Bolivia, que concluyó que la vacuna “sólo disminuye la letalidad del virus” y no evita que la persona enferme.

Otra de las razones para que esto ocurra es que la persona se haya vacunado cuando tiene incubando el virus o que se exponga sin haber tenido anticuerpos necesarios.

Investigaciones refuerzan que la vacunación, al igual que el contagio, inmuniza a la persona afectada, que generalmente no sufrirá síntomas o estos serán leves en futuras reinfecciones. Pero eso no significa que el virus desaparezca. Incluso puede volver a contagiar. La clave está en la actividad del sistema inmunitario y en la capacidad de proliferación del virus en estas personas. Un sistema inmunitario entrenado elimina el virus antes de que este pueda causar graves daños en el organismo.

Por ello, la duda a despejar ahora es si las personas inmunizadas mantienen capacidad de contagio. La respuesta dependerá de la cantidad de virus que puedan dispersar.

MENOS GRAVE

Un reciente estudio realizado en centros de mayores en Chicago demostró que un 4,2% de personas, entre trabajadores y pacientes, se contagiaron por SARS-CoV-2 en un periodo de cuatro meses (diciembre 2020-marzo 2021). 

De las personas infectadas, la mayoría no había sido vacunada. Pero un 6% de las infecciones se habían dado en personas totalmente vacunadas y un 23% en las que habían recibido una sola dosis.

Por otro lado, las reinfecciones de personas que han pasado la enfermedad son inusuales pero ocurren. En un estudio realizado en Reino Unido con trabajadores sanitarios que habían sufrido Covid-19, un 0,6% sufrieron reinfección. Eso sí, con síntomas leves.

ANTICUERPOS

En el proceso de inmunización se activan los linfocitos T ayudantes. Se trata de células responsables de controlar la actividad del sistema inmunitario. Simultáneamente entran en juego los linfocitos T citotóxicos, que actúan contra las células que están expresando la proteína del virus y las eliminan, reduciendo así la proliferación de éste. En ambos tipos de linfocitos se generan células memoria con capacidad para activarse rápidamente en las reinfecciones.

Los linfocitos T resultan esenciales contra las infecciones por virus al liberar interferón, una proteína señalizadora que bloquea la replicación de los virus.

Las mutaciones del virus están afectando especialmente a la proteína S. Aquellas variantes que presentan un cambio en esta proteína que mejora la capacidad de unión a la proteína humana, aumentan su capacidad infectiva. Por eso, las variantes que se están imponiendo en todo el mundo están presentando cambios similares.

¿Significa que pierden efectividad las dosis? Las vacunas generan anticuerpos contra diferentes zonas de la proteína S. También activan a linfocitos T ayudantes y citotóxicos que actúan reconociendo diferentes zonas de la proteína. Por tanto, las mutaciones que se están produciendo en la proteína S del virus no tienen por qué afectar a la respuesta inmunitaria de una forma importante.

NO IMPIDE LA INVASIÓN DEL VIRUS

La vacuna no impide totalmente la invasión del virus. Tanto los anticuerpos como los linfocitos “preparados para defendernos” se encuentran dentro de nuestro cuerpo. El virus nos contagia principalmente a través de los aerosoles del aire, por lo que comienza invadiendo las células que revisten la parte superior del sistema respiratorio. 

Eso implica una relación entre la capacidad de infección y el tiempo de reacción del sistema inmunitario. Las personas inmunizadas disponen de un sistema entrenado que actuará en poco tiempo. Pero mientras, el virus puede proliferar y la persona estaría contagiada pero sin síntomas. Y podrá contagiar a otras.