El hígado graso con inflamación podría poner más fácil la 'tarea' del virus a la hora de atacar nuestras células, según un estudio

10 de junio de 2021, 14:20 PM
10 de junio de 2021, 14:20 PM

¿Existe relación entre daño hepático y el Covid-19? ¿Hasta qué punto un hígado que no está sano puede influir en la gravedad de la infección? Un estudio publicado en Journal of Hepatology, en el que han participado varios centros de investigación españoles, ha intentado dar respuesta a estas preguntas.

Sus conclusiones son claras: el hígado graso con inflamación (conocido médicamente como NASH) favorece la entrada del coronavirus en el órgano en personas obesas.

En el estudio han visto que dos de los marcadores que facilitan que el SARS-CoV-2 entre en nuestras células (conocidos como ACE2 y Tmprss2) presentan cifras más elevadas en este tipo de pacientes.

En cambio, en pacientes obesos que son diabéticos o que tienen hígado graso, pero en fases iniciales (en las que no hay inflamación del órgano), este aumento de los marcadores no se da”, aclara la doctora Malu Martínez Chantar, miembro del centro Ciberehd y una de las principales autoras del informe.

El próximo paso es “ver si en pacientes con hígado graso con inflamación que no sean obesos se produce también este aumento de los puntos de entrada del virus”, añade la investigadora, que también forma parte del Liver Disease Lab del CICbioGUNE.

“Con toda esta información podremos afinar un poco más sobre cuáles son las causas y también las consecuencias del aumento de estos marcadores”, puntualiza.

¿POR QUÉ ESTA INVESTIGACIÓN ES IMPORTANTE?

Para Martínez Chantar, el estudio abre una nueva vía que puede explicar por qué las personas con Covid-19 grave tienen unos niveles más altos de transaminasas en sangre (que es uno de los indicadores de daño hepático).

Es algo que ya se ha visto en algunas investigaciones, como por ejemplo en una llevada a cabo por la Escuela de Medicina de Yale, en la que identificaron varias alteraciones en las pruebas hepáticas.

“Los datos epidemiológicos que se han podido recoger muestran que, en los afectados por Covid-19 que están en la UTI o en la UCI, el porcentaje que presenta unos niveles de transaminasas muy elevados es aproximadamente de un 60%”, puntualiza la experta.

Para la investigadora del Ciberehb, este aumento de los niveles de transamisanas puede deberse:

1. A la tormenta de citoquinas que se produce en algunos pacientes con Covid-19. Podría provocar una respuesta inflamatoria en el hígado y acabar dañándolo. Si esto ocurre, las células afectadas acaban liberando sus transaminasas en sangre.

2. A los tratamientos farmacológicos que siguen los pacientes. “El hígado metaboliza todo aquello que tomamos, desde un chuletón a una ensalada, y también los medicamentos que digerimos”, explica la doctora. Está demostrado que ciertos fármacos (conocidos como hepatotóxicos) producen daños en el hígado. Tomar varios medicamentos a la vez también puede favorecerlo, porque el órgano tiene que metabolizar un mayor número de sustancias al mismo tiempo.

Y no hay que olvidar que, en los casos graves de Covid-19, se utilizan varios fármacos con el objetivo de combatir la infección y evitar que vaya a más.

3. A que el hígado de estos pacientes, de alguna manera, se pueda ver afectado directamente por el virus. Esta es la hipótesis que este estudio ha reforzado. “Es algo que todos los hepatólogos estábamos buscando, por eso la investigación ha tenido tanta repercusión”, opina la doctora.

OTRAS CAUSAS

“También hay más riesgo de que el coronavirus se complique, pero por otros motivos”, aclara Martínez Chantar.

Los trastornos hepáticos (como las hepatitis o las cirrosis por abuso de alcohol) pueden provocar lesiones en el órgano y que haya mucho tejido cicatricial en él.

Esta fibrosis puede influir negativamente en el buen funcionamiento de nuestro sistema inmunitario. “No es que estos pacientes estén inmunodeprimidos, pero sí inmunocomprometidos”, sostiene la especialista. Y esto se lo puede poner más fácil al virus a la hora de atacar. No hay que olvidar que el hígado, en parte, también juega un papel en nuestro sistema de defensas.

Al principio de la pandemia las investigaciones se habían centrado en el pulmón, “y no hay que dejarlo de lado porque realmente es el órgano principalmente infectado”, afirma la hepatóloga.

Pero hay otros, como el hígado, que también pueden dañarse y que, incluso, pueden favorecer la entrada del virus. “Por eso es tan importante seguir investigando”, dice.

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