Proyecto. En la primera fase pretende instalar tres megaplantas en el eje troncal del país, con una capacidad para procesar 6.000 toneladas de basura por día y así producir hasta un millón de litros de combustible

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13 de julio de 2021, 4:00 AM
13 de julio de 2021, 4:00 AM

Por: XIMENA GUTIÉRREZ

Se trata de un ambicioso proyecto, que pretende industrializar la basura que se produce en Bolivia para convertirla en diésel y gasolina.

La idea surge de la mano de IntegralScz SRL, una firma dedicada a brindar asesoría y soluciones integrales empresariales, que planea, en su primera fase, instalar tres megaplantas ubicadas en las principales ciudades del país (Santa Cruz, La Paz y Cochabamba), con una capacidad para procesar 6.000 toneladas de basura por día, equivalentes a una producción promedio de un millón de litros de combustibles.

“Nuestro proyecto permite ofrecer diésel y gasolina bajo norma euro V y VI; es decir, menos del 0,2% de partes por millón de azufre en el combustible. Pirólisis es el nombre del proceso que utilizaremos para toda la basura, y lo que hace es cocinar la basura en un ambiente sin oxígeno y al suceder esto los elementos se transforman como volviendo a su estado original, (el plástico y el caucho vuelven a su base de crudo)”, explicó, Helio Agostini, gerente general de IntegraScz SRL.

Sobre la basura en Bolivia

De acuerdo a datos que maneja la empresa, en Bolivia se tiene 11 millones de habitantes, cada uno en promedio genera aproximadamente, de medio kilo a 700 gramos de basura por día, lo que supone una acumulación de 7.000 toneladas al día a escala nacional. “Si llegáramos a procesar unas 6.000 toneladas/día de basura, cubriríamos la demanda de combustible que tiene Bolivia, más un excedente para exportar”, señaló.

Asimismo, detalló que el proyecto contempla la implementación de tres módulos: uno de 100 toneladas (t), otro de 200 y otro de 500. La planta de 100 t sería la primera en operar en un plazo de ocho meses, mientras que el módulo más grande (500) se analiza todavía si estará en El Alto o Santa Cruz, donde se superan las 2.000 toneladas de basura por día. Debido a la tecnología requerida, la maquinaria será traída desde China, Rusia y Argentina, mientras que la refinadora seprevé que sea fabricada en el país.

Acerca de la inversión

La ejecución del proyecto en su totalidad, demandará una inversión de más de $us 2.000 millones financiados con capitales extranjeros de Brasil, Europa y África. Mientras que el costo operacional por tonelada de basura procesada, estima un monto de hasta $us 580.000.

“Se tiene la financiación para ejecutar el proyecto, no se necesita que el Gobierno haga un aporte económico”, puntualizó Agostini.

Consultado sobre cuándo inician las obras, dijo que están en reuniones con el Gobierno para que autorice el proyecto que ya fue presentado en varias municipios de Bolivia.

Puntos de vista

Para el analista de energía, Juan Carlos Guzmán, la implementación de proyectos como estos en el país son interesantes porque se reduce la emisión de monóxido de carbono y particulados por su combustión limpia, pero sobre todo puedan generar nuevos empleos, partiendo de la idea de que la alta demanda de combustibles en Bolivia se debe a que el sector transporte se constituye en una alternativa de ingresos y debido a ello crece el parque automotor.

Asimismo, dijo que las reglas vigentes en Bolivia y que rigen el mercado de los hidrocarburantes, obligan necesariamente a que este tipo de proyectos pase por una reglamentación para que puedan efectuarse e instalarse en el mercado. “La viabilidad técnica y financiera tendrá que ser de responsabilidad de los inversionistas porque muchos proyectos que no son rentables acaban siendo subsidiados o se vuelven inversiones muertas o proyectos que nunca han funcionado”, alertó.

Mientras que la directora de la Fundación Para el Reciclaje (Fundare) de Cainco, Moira Gálvez, considera que la industrialización de la basura representa un beneficio para la sociedad, pero ve fundamental iniciar primero con la educación a la población, en la selección de residuos.

“Si botamos todos los residuos a una misma bolsa; entonces, se complica la industrialización porque una vez que están contaminados con aceites, grasas o líquidos ya no sirven para reciclar, lo mismo ocurre con los residuos orgánicos, deben estar separados y libres de sustancias tóxicas para poder generar combustibles”, dijo Gálvez.


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